¿Ha pensado alguna vez que alguien a quien usted anhelaba tanto ayudar con la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) probablemente necesitaba corregir algún mal muy arraigado en el pensamiento?
¿Le ha parecido que esta persona simplemente no quería deshacerse de sus errores y, por lo tanto, no podía usted ayudarla? Por ejemplo, puede que usted haya razonado que, como no podía usted hacer nada para cambiar ciertas características de esa persona las cuales contribuían al problema, la curación era imposible.
Si nos hemos acostumbrado a pensar de esta manera acerca de la causa, lo más probable es que tengamos más razones para no efectuar curaciones que para efectuarlas. Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, hace esta declaración que debiera servir como referencia fundamental para nuestra oración y tratamiento: “No hay causa en la materia, ni en la mente mortal, ni en cuerpos físicos”.Ciencia y Salud, pág. 262.
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