¡Trabajos escolares que investigar y terminar, proyectos de laboratorio que completar, exámenes que requieren profundo estudio y, además, todas esas actividades aparte del plan de estudios con las cuales uno se ha comprometido! ¿No parece ésta una escena típica de la universidad justo antes de las vacaciones navideñas?
Cuando el ritmo de las actividades se acelera, los estudiantes empiezan a pensar en las vacaciones, atesorando la idea de tener más tiempo libre para descansar cuando por fin estén fuera del ámbito universitario. Quizás algunos calladamente se hayan prometido a sí mismos reflexionar con mayor profundidad acerca del significado de la Navidad cuando hayan cumplido con todas las obligaciones.
Pero, ¿por qué tenemos que esperar? ¿No debería la vida del Maestro ser honrada cada día? La Navidad es parte de nuestra vida todo el tiempo. Desde el momento de su nacimiento, Jesús ejemplificó al Cristo. Demostró que el Cristo es la manifestación del todo armoniosa de Dios en nuestras vidas. Jesús probó que esta manifestación divina de Dios puede destruir toda sugestión de que somos simplemente seres humanos limitados; y esto es verdad dentro y fuera de la universidad.
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