Hace muchos años conocí la Ciencia Cristiana a través de la familia de mi esposo. Al principio no estuve muy interesada en estas enseñanzas. Pero con el pasar de los años, empecé a leer artículos publicados en el Heraldo y obtuve un ejemplar de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Entonces me dediqué a estudiar las Lecciones Bíblicas semanales lo que me ayudó a comprender las verdades espirituales contenidas en el libro.
Mi familia ha tenido innumerables bendiciones y curaciones por medio de la Ciencia Cristiana, y estoy muy agradecida que la Sra. Eddy dedicó su vida para compartir su maravilloso descubrimiento.
Un día, hace algún tiempo, observé un crecimiento grande en mi cuello y llamé a una practicista de la Ciencia Cristiana, la que antes me había ayudado por medio de la oración.
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