"... y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo". (Mateo)
En todas las épocas la gente se ha preguntado: ¿Qué era esa estrella que vieron los magos en aquel oscuro cielo de Judea? En la era de la fe la gente la vio como un hecho sobrenatural, una señal de Dios. En nuestra era científica, cuando parece que a todo se le debe dar una explicación física para que sea creíble, los estudiosos han formulado teorías que postulan que se trató de una configuración inusual de los planetas, o de un cometa, o de una nova.
Pero al buscar una explicación física, se pierde de vista lo más importante. Los cometas, las novas y las conjunciones de planetas aparecen y desaparecen. Ha habido miles en la historia de la humanidad. Cualquiera que haya sido el acontecimiento astronómico ocurrido aquella noche, no sería más que una nota al pie de una página de la historia si no hubiera tenido lugar un evento de tan mayor importancia.
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