“¡Lo hicieron de nuevo! Pusieron mi programa favorito de televisión el miércoles a las ocho de la noche. Quizás me quede en casa esta noche y no vaya a la iglesia.
“Yo voy a la iglesia todos los domingos, y estudio fielmente las Lecciones Bíblicas que aparecen en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Pero no puedo entender por qué cada miércoles por la noche tengo que apresurarme en llegar a casa del trabajo, alimentar a la familia, y correr a la iglesia. ¡Ya esto es demasiado!”
Uno siempre puede encontrar razones — si uno quiere — para no asistir a las reuniones de testimonios de los miércoles en su iglesia filial: enfermedad, mal tiempo, conflicto en los horarios del trabajo o de las actividades de la escuela, obligaciones familiares, crímenes en el vecindario.
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