Las Personas Que están constantemente tratando de comprender nuevas ideas, de expandir sus horizontes, tienen una vitalidad que es evidente. No obstante, si una persona detiene su búsqueda y aprendizaje, también es obvio que no hay, por regla general, un mejor porvenir para su vida. La existencia humana adquiere una sola dimensión, descolorida, casi sin propósito. Por otro lado, no parece ser suficiente el seguir acumulando conocimiento humano en grandes cantidades.
Hay otro nivel de nuestra educación que tiene que ver con satisfacer una necesidad más profunda, el poderoso anhelo de comprender quiénes somos en realidad. Y, para muchas personas, esto esencialmente involucra la búsqueda de Dios. Parece haber un sentido innato en las personas el cual les dice que al encontrar a Dios ellos se encontrarán a sí mismos, y que de esta manera se llega a comprender cuál es realmente el significado de la vida.
En esta búsqueda, los cristianos encuentran mucha sabiduría espiritual en la Biblia, lecciones esenciales para vivir la clase de vida que beneficia a otros y al mundo donde vivimos todos juntos. En el Antiguo Testamento hay lecciones morales y la guía espiritual de los profetas; y en el Nuevo Testamento, está la sorprendente evidencia del poder infinito del Amor divino, revelada a través del ministerio sanador y salvador de Cristo Jesús.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!