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¿Existe una manera de comprender la Biblia?

Del número de noviembre de 1992 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


¡Que Gozo Debe haber sentido Mary Baker Eddy cuando sanó mientras leía la Biblia! Una caída de graves consecuencias le había ocasionado serias lesiones. Pero al elevar su pensamiento a Dios cuando leía la Biblia, alcanzó, mediante la revelación, una percepción y un entendimiento de la verdad en ella contenida, que resultó en curación física.

Pero, ¿por qué la Biblia tuvo este efecto en la Sra. Eddy? ¿Existe una manera de comprender la Biblia de modo que sus verdades puedan sanarnos?

Según la Sra. Eddy, es “el significado espiritual de las Escrituras” lo que hace la diferencia. Ella escribe en Ciencia y Salud: “La Biblia enseña la transformación del cuerpo por la renovación que hace el Espíritu. Quitad el significado espiritual de las Escrituras, y esa compilación no sería más eficaz para ayudar a los mortales que los rayos de luna para derretir un río helado”. Y podemos sentirnos agradecidos porque, mediante la curación en la Ciencia Cristiana, se comprueba una y otra vez el significado espiritual y práctico de la Biblia.

La Sra. Eddy había sido una lectora ávida y devota de la Biblia desde que era niña. Ella estaba espiritualmente alerta y vigilante cuando después de este accidente, vislumbró la Ciencia que es la base de las enseñanzas de Cristo Jesús. El conocimiento que desde su niñez tenía de la Biblia como literatura, como historia, como cultura, y aun como fundamento para la vida religiosa, fue eclipsado por su significado espiritual, que prevaleció sobre todo lo demás. Su descubrimiento le reveló que el mensaje de la Biblia habla de la totalidad y supremacía de Dios, el Espíritu, y de la naturaleza enteramente espiritual y buena de Su infinita creación. Su propia curación probó que esta realidad espiritual trae la transformación y curación aun de las condiciones humanas más terribles.

En Ciencia y Salud ella declararía más tarde como el primer Artículo de Fe de la Ciencia Cristiana: “Como adherentes de la Verdad, aceptamos la Palabra inspirada de la Biblia como nuestra guía suficiente hacia la Vida eterna”.

El mensaje de la Ciencia Cristiana es claro: cada uno de nosotros, mediante esta Ciencia del Cristo, puede sentir el poder sanador de Dios que la Biblia explica con tanta claridad. El escritor del libro del Exodo inscribe la promesa que Dios nos da: “... yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti”. Y la Ciencia Cristiana le toma la palabra a Dios, probando que esta promesa divina opera como la ley de Dios, el Amor divino. El entendimiento científico de que el ser es espiritual, y que es la expresión infinita del Amor que es Dios, como la Biblia lo declara, infunde a nuestra lectura de la Biblia renovada vitalidad y eficacia sanadoras. Aprendemos que el propósito de la Biblia, que apunta al bien, ya no puede estar más encubierto, diferido, ni aparecer remoto o difícil de demostrar.

Analizando en profundidad los relatos de curaciones de la Biblia, aprendemos a hacer curaciones nosotros mismos. Esto no tiene por qué ser una tarea difícil, puesto que es la voluntad de Dios y es divinamente natural. Las curaciones físicas que se mencionan en la Biblia son una clara evidencia de la ley y la habilidad de Dios para sanarnos.

Esta historia sagrada demuestra que el Cristo — la verdadera idea y poder de Dios — es la base de estas enriquecedoras victorias. Cada curación en la Biblia lleva consigo las verdades que efectuaron la curación, las verdades espirituales particulares que las respaldaron.

Más que un libro de afirmaciones religiosas, la Biblia es la historia espiritual de la presencia de Dios entre los hombres, el relato histórico de Su ley que actúa en los asuntos humanos. Esta es la razón por la cual los estudiantes de la Ciencia Cristiana aman la Biblia. Las verdades de la Biblia los han sanado, probando hoy en día la veracidad de las palabras que el Salmista expresó hace miles de años: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”.

Han hallado que el comprender la Biblia, aun en pequeño grado, constituye una defensa formidable contra todo tipo de amenazas. Han aprendido que es el poder del bien revelado en las Escrituras lo que efectúa la curación.

¿Acaso la Biblia debe permanecer sin explicación, envuelta en misterio, cuando su mensaje espiritual, comprendido y demostrado, trae curación instantánea? Indudablemente no es la voluntad de Dios que el bien que tiene para nosotros permanezca oculto. Dios bendice nuestro deseo de alcanzar la percepción que necesitamos de la Biblia. ¿Acaso no dijo Jesús: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará?” Por medio de la Ciencia Cristiana cualquier investigador sincero puede adquirir suficiente entendimiento de la Biblia como para demostrar sus verdades. Este entendimiento y esta verificación establecen una sólida base espiritual que sana mediante el Cristo, capacitándonos para seguir a Jesús con valentía, como él nos pidió que lo hiciéramos.

Las enseñanzas y obras de la Sra. Eddy hacen que la Biblia cobre vida — la hacen entendible — y nos capacitan para aplicar su sabiduría con fidelidad. Pero lo más importante es que sus enseñanzas hacen que las verdades en la Biblia sean demostrables. Esta es la regla de toda enseñanza correcta. ¿Es verdadera? ¿Se puede probar? ¿Da resultado?

La Ciencia Cristiana nos guía a sentir más de la sabiduría y la gracia que contiene la Biblia y a hacerlo por nosotros mismos. Y la curación del Cristo que experimentamos fortalece nuestro entendimiento de Dios y de nosotros mismos por ser Su imagen y semejanza.

Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad

2 Timoteo 2:15

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