Nuestra Familia ha sido testigo de muchas curaciones al apoyarse en la Ciencia Cristiana, tales como tumores, fiebre reumática y huesos fracturados. He tenido curaciones de sinusitis y de los efectos de una caída.
Hace unos dos años, tuve un poco de malestar acompañado de hemorragias. Llamé a un practicista de la Ciencia Cristiana para que me ayudara por medio de la oración. El me dijo que estudiara un pasaje de Ciencia y Salud escrito por la Sra. Eddy, que estaba en la Lección Bíblica de esa semana: “[Cristo Jesús] no pretendió tener inteligencia, acción ni vida separadas de Dios”. El practicista me alentó a que aplicara esta verdad. Pude ir de vacaciones, como había arreglado previamente, y sané completamente poco después de leer del libro de los Salmos lo siguiente: “En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has hecho estar delante de ti para siempre”. Un diccionario da como una de las definiciones de integridad: “estado incólume, salud, pureza”. Reconocí la integridad que Dios me había dado, y muy pronto el malestar desapareció y yo estaba sana.
Está demás decir que estoy muy agradecida por nuestras Lecciones Bíblicas que aparecen en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Puedo añadir a mi gozo, el ser miembro de La Iglesia Madre, y el servir a una iglesia filial. También debo hacer mención de mi agradecimiento a la amiga que me dio a conocer la Ciencia Cristiana, la que con paciencia me alentó para que estudiara Ciencia y Salud y que esperaba que yo demostrara, por medio de la oración, lo que estaba aprendiendo.
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