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reflexiones Reconsiderando las noticias y los comentarios

“Final feliz de un relato que comenzó con sentenciados a muerte”

Del número de diciembre de 1992 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The New York Times


“[Evelina] de Bruin, [una sudafricana] que ha criado 10 hijos, [había sido encarcelada] con su esposo, Gideon Madlongwane, y luego ambos fueron sentenciados a la horca por un asesinato que ellos afirmaban no haber cometido.

“ ‘No, jamás perdí la fe’, dijo Evelina de Bruin en Xhosa, sentada con su esposo en la pequeña sala de su hogar. ‘En lo más profundo de mi corazón sabía que un día, quizás no de inmediato, recuperaría la libertad porque no era culpable’.

“El crimen por el cual los Madlongwanes fueron condenados involucraba el asesinato de un policía negro de la municipalidad...

“Evelina de Bruin declara que ella estaba en su casa en el momento en que ocurrió el asesinato, y que su esposo estaba allí en la casa también, colocando el marco de una puerta. Una mujer que atestiguó por el estado los acusó de formar parte de la multitud que incitaba a que se matara al oficial... Un juez blanco... condenó a muerte a catorce acusados... los que luego se conocieron como los 14 de Upington...

“Evelina de Bruin era la única mujer en la lista de los condenados a muerte, y dijo que dos carceleras, llamadas Zwane y Maqubela, trataban de levantarle el ánimo.

“ ‘Solíamos sentarnos juntas, leer la Biblia, cantar y orar’, dijo ella...

“El Sr. Madlongwane... fue aislado con los hombres condenados a muerte. Dijo que la vida de un hombre condenado era monótona y obsesionada con la idea de que al lado estaba el patíbulo. ‘Solía pensar: “Si nos cuelgan a nosotros dos, ¿qué va a pasar con nuestros hijos?” ’ dijo el Sr. Madlongwane.

“Una vez por semana se le permitía a la pareja visitarse durante dos horas... ‘Principalmente hablábamos sobre el caso y nos alentábamos el uno al otro a orar’, expresó el Sr. Madlongwane. ‘Era la única salida. Nos dimos cuenta de que ningún ser humano podría liberarnos de esta situación. Todas nuestras esperanzas dependían de Dios y nuestro Salvador’...

“El 22 de mayo un juez de apelaciones cambió la sentencia de los 14 de Upington y ordenó que la Sra. de Bruin, el Sr. Madlongwane y otros ocho fueran liberados. Los cuatro restantes recibieron sentencias de prisión más cortas.

“ ‘Fue tan inesperado...; ‘Simplemente lloré... dijo la Sra. de Bruin.

“Los que los acusaban aún viven en Paballelo, un pueblo de aproximadamente 10.000 habitantes, pero Evelina dijo que no les guardaba rencor y que si los encontraba, los saludaría. ‘Si buscáramos venganza no estaríamos llevando una vida cristiana’, dijo Evelina de Bruin. ‘Dios actuará en la conciencia de ellos y, finalmente, dirán la verdad’.

“ ‘¿Por qué no dejarlo al Todopoderoso y dejar que El arregle las cosas?’ añadió el Sr. Madlongwane”.

Copyrigt©1991 por The New York Times Company Reimpreso con permiso.

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