En Mas De una ocasión, cuando he ido taxi o en autobús, he notado esta frase puesta en la cabina del conductor: “Jesucristo es mi Salvador”. Es obvio que esta declaración tranquiliza a los conductores, que son mis amigos, en medio de la diaria exposición a los peligros del camino.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!