Nuestro concepto respecto a la actividad de los enfermeros, ¿se basa en las imágenes populares? Leemos libros, miramos la televisión y vemos películas donde las enfermeras que colaboran con los médicos se visten de una manera especial y cumplen una función ya establecida para la atención médica convencional. ¿Acaso en la Ciencia Cristiana es el trabajo de los enfermeros simplemente una versión de la actividad que desarrollan los enfermeros en la medicina, pero sin medicación, o tiene una base diferente?
En la Ciencia Cristiana, el trabajo de los enfermeros se basa por completo en las enseñanzas que contienen la Biblia y el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud. En este libro, la Sra. Eddy dice: “La Biblia contiene la receta para toda curación”.Ciencia y Salud, pág. 406. El libro de texto presenta la Ciencia de la curación bíblica. Tanto en su teoría como en su aplicación, el trabajo de los enfermeros en la Ciencia Cristiana se aparta radicalmente del modelo establecido por la medicina.
En sus orígenes, la palabra nurse (enfermera) no se asociaba con la práctica médica. La raíz de la palabra significa “nutrir”, de la manera en que una madre nutre a su niño pequeño. Este instinto de nutrir no es exclusivo de las madres. Es natural en todos.
¿Acaso no fue éste un aspecto de la lección que Jesús nos dio cuando lavó los pies de sus discípulos? Después de responder a las protestas de Pedro, habló a todos los discípulos del Cristo cuando les dijo: “Vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros", y agregó: "Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis". Juan 13:14, 17.
La oración práctica es la base del cuidado que brindan los enfermeros. En la práctica de la Ciencia Cristiana, la oración requiere que nos apartemos de toda evidencia física y establezcamos en el pensamiento la herencia permanente del hombre como hijo de Dios. La práctica de la curación metafísica que los enfermeros aplican para sí mismos constituye la base de todas las aptitudes que se necesitan para brindar el cuidado físico. El conocimiento de la Ciencia del Cristo y su práctica se desarrolla a través de una oración constante y de todos los medios que la Sra. Eddy estableció en el Manual para la autoinstrucción, incluso la instrucción en clase de la Ciencia Cristiana.
Las aptitudes que se requieren para cuidar de las necesidades físicas de los pacientes pueden lograrse de varias maneras, entre ellas:
- experiencia que se adquiere en la vida como padres, o al cuidar a los padres, amigos u otros familiares;
- entrenamiento individual proporcionado por una enfermera o enfermero que se anuncia en el Christian Science Journal;
- cursos dictados en sanatorios de la Ciencia Cristiana.
No obstante, al igual que lo que sucede con el tratamiento que da un practicista por medio de la oración, no existe una fórmula para cuidar adecuadamente de los enfermos. La oración de los enfermeros, basada en la intuición espiritual, no sólo se ocupa de la atmósfera mental que rodea al paciente, sino que es también vital para dirigir cada paso necesario para satisfacer toda necesidad individual del paciente.
Enfermeros de la Ciencia Cristiana. Sec. 31. Un miembro de La Iglesia Madre que se acredite como enfermero o enfermera de la Ciencia Cristiana, deberá tener un conocimiento demostrable de la práctica de la Ciencia Cristiana, comprender a fondo la sabiduría práctica necesaria respecto al cuarto de un enfermo, y que pueda cuidar bien del enfermo.
"Los nombres de tales personas pueden publicarse en The Christian Science Journal según las reglas establecidas por los editores.
Artículo VIII, Sección 31
Manual de La Iglesia Madre
por Mary Baker Eddy
En algunas sociedades hay personas que piensan que los pacientes deben participar más en lo que ha sido, por tradición, un sistema de atención médica controlado sólo por los médicos. Con la atención que se brinda en la Ciencia Cristiana, el paciente está a cargo de su propio caso. Cuando un Científico Cristiano está en condiciones de tomar sus propias decisiones, no deriva la responsabilidad del caso ni al practicista ni al enfermero. El paciente solicita a un practicista listado en el Journal que lo ayude a adquirir un entendimiento más claro de su identidad espiritual y de su relación con su Padre-Madre Dios. Los enfermeros de la Ciencia Cristiana, en lugar de controlar los síntomas físicos, ayudan a elevar el pensamiento por encima del cuerpo y del diagnóstico físico y alientan a los pacientes a aprender más acerca de su totalidad y sanidad espirituales. Además de ocuparse de las necesidades corporales del paciente, la actividad primordial del enfermero es cuidar de la atmósfera mental del cuarto del enfermo.
El cuarto que ocupa el paciente puede estar ubicado en un sanatorio, en la casa de algún familiar o conocido, o en cualquier otro lugar donde se requiera atención espiritual. Cristo Jesús llevó a cabo su práctica en casas, en los caminos, en lugares públicos o en una barca pesquera. Pablo sanó durante sus viajes. La práctica sanadora de ellos expresó el orden del Principio, la espontaneidad del Alma, el consuelo de la Verdad, la calidez del Amor. Lo mismo ocurre con el trabajo de los enfermeros en la Ciencia Cristiana cuando no está influido por modelos materiales convencionales.
La Sra. Eddy asignó al trabajo de los enfermeros en la Ciencia Cristiana un papel integral dentro de la misión de su Iglesia, al establecer un Estatuto al respecto en su Manual de la Iglesia. También es significativo el hecho de que haya ubicado este Estatuto entre las instrucciones dirigidas a todos los miembros de la Iglesia, o sea, en el Artículo VIII titulado "Instrucciones para miembros". Esto podría hacer que cada uno de nosotros se pregunte: "¿Acaso mi práctica actual de la curación en la Ciencia Cristiana incluye la atención a los demás? ¿Estoy respondiendo sinceramente a la necesidad de atención que hay a mi alrededor?"
Lesley Pitts es enfermera listada en el Journal y trabaja como Supervisora de las Actividades de los Enfermeros para La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en el Departamento de Global Outreach and Healing Ministry de la Oficina de la Secretaria.
COMO COMENZAR CON EL TRABAJO DE ENFERMERO
Extractos de entrevistas con enfermeros de la Ciencia Cristiana.
En tiempos de Jesús, no había instituciones para el entrenamiento de enfermeros. El subió a la montaña y oró, y estoy muy agradecida por el hecho de que cada uno de nosotros tenga la oportunidad de hacer lo mismo, sin ninguna barrera ni limitación. Hoy en día, podemos emprender este viaje maravilloso a través de los libros: la Biblia y Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy.
En mi ciudad, hace alrededor de diez años, formamos un comité de actividades de los enfermeros. Cada vez que nos reuníamos, agregábamos páginas y más páginas a los estatutos. Nos fuimos dando cuenta, cada uno a su manera, de que “la ley” había llegado por medio de mortales y ahora debíamos explorar el Nuevo Testamento para descubrir la “gracia y la verdad”, las cualidades semejantes al Cristo que hacen que el trabajo de los enfermeros de la Ciencia Cristiana sea lo que es.
Estamos comenzando a percibir que todos estamos capacitados para la labor de cuidar y nutrir. En el Manual en el artículo que se refiere a las actividades de los enfermeros, la Sra. Eddy no dice “el miembro” sino “un miembro de La Iglesia Madre que se acredite como enfermero o enfermera de la Ciencia Cristiana.. .” Cada uno de nosotros es un enfermero. La semejanza del Cristo se encuentra dentro de nosotros; ya estamos expresando las cualidades de Dios que son necesarias para desempeñarse como enfermero.
Llegué a conocer muy bien a la enfermera que venía a ayudarme a cuidar a mi mamá. El día en que dejó de ocuparse del caso, me entregó una solicitud para anunciarme en el Journal. Me dijo: “Eres una enfermera”. Ella había quedado tan impresionada por los cuidados que yo le brindaba a mi mamá, que pensó que yo ya era una enfermera.. . Su comentario plantó una semillita.
Una querida amiga, enfermera de la Ciencia Cristiana, me llamó para decirme que en una ciudad, a orillas de un río, se necesitaban los servicios de una enfermera. Me preguntó si deseaba desempeñar esa tarea. Yo nunca pensé que tenía la capacidad de ser enfermera, y de inmediato le contesté que no me sentía preparada para hacerlo. No tenía entrenamiento alguno para esa tarea. Ella fue muy gentil conmigo, recordándome la manera en que había criado a mis dos hijos y que yo era la persona de nuestra familia que siempre me ocupaba del cuidado de cuanto familiar lo necesitara. Ella me dijo: “Tú reúnes esas cualidades. Son algo natural para ti”. Así que me mantuve firme en la comprensión de que si Dios me estaba guiando, El pondría a mi alcance todo lo que yo debía saber, en el preciso momento en que lo necesitara. ¡Y así fue!
Para mí, la parte más importante del trabajo de los enfermeros, es la metafísica. El fundamento de la Ciencia Cristiana es el Amor. El Amor es el sanador. Un Científico Cristiano que necesita curación espera recibir cuidado adecuado, pero lo más importante es que los pacientes deben percibir que están rodeados de amor.
Con el tiempo me di cuenta de que necesitaba trabajar en un sanatorio de la Ciencia Cristiana a fin de adquirir conocimientos, no de metafísica, sino de cómo brindar el cuidado de una manera más eficiente. Pero lo que he logrado no han sido sólo habilidades nuevas. Mi progreso ha sido mucho mayor en cuanto a la humildad. No hay un solo día en que, encontrándome en la enfermería, no aprenda algo nuevo.