Este mes tenemos la oportunidad de compartir con ustedes una entrevista con y quienes han sido maestros en la Junta de Educación establecida por Mary Baker Eddy. Una vez cada tres años la Junta de Educación ofrece una clase normal para preparar maestros de la Ciencia Cristiana. El Sr. Thorneloe fue maestro de la clase de 1988, y la Sra. Hebenstreit en 1985 y en 1991.
Una vez al año los graduados de la clase Normal ofrecen la instrucción en clase Primaria a estudiantes de la Ciencia Cristiana. Por lo general, los que participan en ella descubren que es un momento decisivo en su vida. En las últimas páginas de este Heraldo se encuentra una lista con los nombres de los maestros.
A continuación transcribimos una entrevista con la Sra. Hebenstreit y el Sr. Thorneloe, en la que se habló sobre la instrucción en clase Primaria.
Mucha gente se pregunta: ¿Cuál es el propósito de la instrucción en clase Primaria de la Ciencia Cristiana?
Sr. Thorneloe: Cada estudiante que recibe instrucción en clase debería llegar a comprender mejor la Ciencia pura del Cristo y cómo ponerla en práctica más eficazmente. Esto incluye que el estudiante comprenda y tome conciencia de la naturaleza de Dios y del hombre, y de su relación indestructible.
Sra. Hebenstreit: La Sra. Eddy en The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany se refiere a la instrucción en clase y a “aquello para lo cual fue establecida; o sea para dilucidar el Principio y la regla de la Ciencia Cristiana por medio del significado más elevado de las Escrituras”.Miscellany, pág. 241. La instrucción en clase ayuda al estudiante a aprender cuál es su verdadero ser y qué incluye; cuál es su propósito; cuáles pueden ser sus perspectivas; cómo puede vivir en el laboratorio de la experiencia diaria demostrando la Ciencia del Cristo en su propia vida y en su habilidad para ayudar a los demás. Ha sido establecida con el propósito de ayudar al estudiante a aumentar su comprensión de cómo se aplica esta Ciencia dinámica, específicamente cómo tratar el error y aniquilarlo.
Sr. Thorneloe: También es provechoso conocer cuál es el propósito del estudiante al solicitar instrucción en clase, y ésta es una de las preguntas que yo hago en el formulario que cada solicitante tiene que completar antes de tomar clase. Un estudiante que busca desarrollar su comprensión espiritual con el propósito de bendecir a los demás tiene un corazón abierto, listo para progresar.
¿Cómo se prepara un maestro para dirigir una clase de la Ciencia Cristiana?
Sra. Hebenstreit: Figuradamente, ¡sobre sus rodillas! Cumplir con lo que se espera requiere de profundo estudio y oración, como dice la Sra. Eddy: “.. . [impartir] la Verdad, la Vida y el Amor, en el grado en que nosotros mismos los reflejemos, a todos los que se hallen dentro del radio de nuestra atmósfera de pensamiento”.Escritos Misceláneos, pág. 12.
Sr. Thorneloe: Cada clase necesita preparación y oración individuales. Esto incluye reconocer que ellos [los estudiantes] “serán todos enseñados por Dios”. Juan 6:45. En Ciencia y Salud nuestra Guía reafirma esto: “La intercomunicación proviene siempre de Dios y va a Su idea, el hombre”.Ciencia y Salud, pág. 284. El móvil del Maestro al enseñar era su amor a Dios y al hombre. Los maestros se esfuerzan por seguir su ejemplo. Ellos trabajan con las ideas que nos da nuestro pastor, la Biblia y Ciencia y Salud, en relación con la enseñanza. Nuestro Maestro, Cristo Jesús, y su fiel seguidora, Mary Baker Eddy, son los más destacados en la enseñanza del cristianismo y su ley sanadora. Ellos nos mostraron cómo hacerlo.
Sra. Hebenstreit: Puesto que la ley y el orden caracterizan el trabajo para la clase, es necesario presentar sistemática y ordenadamente los temas que serán considerados. Esos temas están especificados en el capítulo “Recapitulación” de Ciencia y Salud. La Sra. Eddy misma llamó a ese capítulo su libro de clase, puesto que es un curso de instrucción divinamente dictado para nosotros. La espontaneidad del Cristo será la base para dilucidar el Principio y la regla de la Ciencia Cristiana que presenta este capítulo.
Sr. Thorneloe: Eso es muy cierto, Jean. Todo maestro debe volver a estudiar en profundidad el capítulo “Recapitulación” de Ciencia y Salud, nuestro libro de texto. El capítulo comienza con cinco preguntas relacionadas con la naturaleza de Dios, e incluye las demandas de la Ciencia del Alma. Después de la “declaración científica del ser”, ampliamos el debate sobre esa declaración hacia la sustancia, la Vida, la inteligencia y la Mente. Después de la pregunta sobre las doctrinas y los credos, vemos que el error es aquello que intentaría invertir o refutar “la declaración científica del ser”. Entonces la clase analiza varias preguntas sobre el hombre, incluso qué es él y qué no es. Todo esto nos va enseñando cómo sanar. Luego llegamos a la pregunta que explica cómo manejar la creencia en un poder aparte de Dios, al cual denominamos magnetismo animal, y también otras preguntas relacionadas con el sentido material, la creencia y los cinco sentidos corporales. Esta es la culminación o el climax, antes de considerar la respuesta a la pregunta: “¿Quiere usted explicar lo que es la enfermedad y mostrar cómo debe uno sanarla?” Es en este punto donde surge naturalmente en la clase la pregunta: ¿Hacia dónde vamos ahora? La Sra. Eddy habla de esto al preguntar y responder: “¿Cómo puedo progresar más rápidamente en la comprensión de la Ciencia Cristiana?” Y finalmente, en los Artículos de Fe, ese poderoso resumen de todo lo enseñado. (Véase Ciencia y Salud, págs. 465—497.)
¿Qué buscan los maestros en los futuros alumnos?
Sra. Hebenstreit: Que se ocupen del espíritu, que sean receptivos, capaces de aprender, generosos. Estas son cualidades esenciales. Un futuro estudiante que ha captado el verdadero significado de la misión de Cristo Jesús y que desea seguir sus pasos sirviendo a la Iglesia de Cristo, Científico, apoyando así a la mayor Causa que el mundo ha conocido, está listo para comprender la grandeza del contenido del capítulo “Recapitulación”. El sentido espiritual que impulsa al consagrado buscador de la verdad más allá del simple deseo de conocer esta Ciencia para estar en una situación más confortable, lo prepara para adoptar la alegría del propósito del Maestro, mencionado en el Evangelio según Lucas: “.. . yo estoy entre vosotros como el que sirve”. Lucas 22:27. Las recompensas por seguir los pasos del Maestro cristiano son sin igual. Y nuestra Guía nos asegura que encontramos nuestro propio bien beneficiando a otros.
Sr. Thorneloe: Estoy de acuerdo. El deseo de sanar y bendecir a otros es esencial La Sra. Eddy también destacó la necesidad de tener un sentido de moral elevado para que cada uno de nosotros pueda progresar. También es de vital importancia un pensamiento flexible. ¿Es el futuro estudiante capaz de aprender? Un pensamiento rígido no puede crecer; un pensamiento flexible puede crecer, y lo hará.
Siempre resulta provechoso entrevistarse con los postulantes si es posible. Si esto no fuera posible, el maestro mantendrá correspondencia con esa persona, o le hablará por teléfono. Aliento a los estudiantes a contarme sobre el progreso espiritual que ya han alcanzado o que desean alcanzar. Muchas veces comparten una experiencia de curación que ha sido de particular importancia y relevancia para ellos. Es importante averiguar qué es lo que ellos esperan de la clase.
Sra. Hebenstreit: La preparación del estudiante está relacionada con su aceptación de la Ciencia Cristiana, en las palabras de la Sra. Eddy, “como la ley de Dios, la ley del bien, que interpreta y demuestra el Principio divino y la regla de la armonía universal”.Rudimentos de la Ciencia Divina, pág. 1. La preparación está relacionada con que viva de acuerdo con los Artículos de Fe, que confíe sólo en medios espirituales para la curación; que acepte a Mary Baker Eddy como la Descubridora, Fundadora y Guía para siempre. Como Michael ha dicho recién, el estudiante deberá tener las aptitudes morales y espirituales necesarias.
Sr. Thorneloe: El tiempo durante el cual alguien ha estado estudiando la Ciencia Cristiana no es realmente significativo. Si un postulante ha sido estudiante de la Ciencia Cristiana, digamos, durante veinte años, ¿son realmente veinte años, o veinte veces un año? Lo importante es el genuino deseo de progresar.
En el Manual de La Iglesia Madre, la Sra. Eddy se refiere a los “buenos antecedentes”.Manual, Art. XXVI, Sec. 2. ¿Significa esto que si en el pasado he cometido errores graves, no puedo ser aceptado en una clase?
Sra. Hebenstreit: Por supuesto que no. El relato bíblico de la pecadora que ungió los pies de Jesús es un ejemplo alentador de errores muy graves, incluso de pecado, superados a través de la reforma y el renacimiento. Ella borró ese pasado de equivocaciones. El tercer Artículo de Fe de la Ciencia Cristiana es claro: “Reconocemos el perdón del pecado por Dios en la destrucción del pecado y en la comprensión espiritual que echa fuera el mal como irreal. Pero la creencia en el pecado se castiga mientras dure la creencia”.Ciencia y Salud, pág. 497. El haber abandonado la creencia en el pecado es un buen antecedente que demuestra así esta Ciencia exacta. Esta reforma y regeneración son indicios muy promisorios.
¿Cómo pueden prepararse los alumnos para la clase?
Sr. Thorneloe: La penúltima pregunta en “Recapitulación” es: “¿Cómo puedo progresar más rápidamente en la comprensión de la Ciencia Cristiana?” La primera frase de la respuesta de la Sra. Eddy dice: “Estúdiese a fondo la letra y embébase el espíritu”.Ibid., pág. 495. Ella explica claramente en sus escritos que los alumnos deben estudiar el pasaje de “Recapitulación” que le haya sido asignado antes de la sesión en que éste vaya a considerarse. Puesto que todos los maestros de la Ciencia Cristiana emplean este capítulo como la base para su clase, el estudio preparatorio previo a la clase obviamente incluye ese capítulo de Ciencia y Salud. Aunque ciertamente las tareas que se les asignan a los estudiantes son individuales, yo siempre los aliento a repasar el capítulo “La práctica de la Ciencia Cristiana”, además del Sermón del Monte y los Diez Mandamientos en la Biblia. La Lección-Sermón, de la cual nuestra Guía nos dice que “depende grandemente la prosperidad de la Ciencia Cristiana”,Man., Art. III, Sec. 1. también es una parte integral de la preparación, pues nos ayuda a conocer a nuestro pastor, la Biblia y Ciencia y Salud.
Aveces muy pocas personas parecen estar interesadas en la clase Primaria. En este caso, ¿a qué debemos estar alerta?
Sr. Thorneloe: Cada idea de Dios es completa, y Su ley inviolable nos impulsa a progresar. Nada puede obstruir aquello que Dios ha determinado. Podemos reconocer esto no sólo para nosotros mismos, sino para toda la enseñanza de la Ciencia Cristiana.
Sra. Hebenstreit: La creencia en una falta de interés en la instrucción en clase, así como cualquier otra creencia falsa, es un sentido de limitación, que se origina en el intento del magnetismo animal de obstaculizar el propósito del Movimiento de la Ciencia Cristiana. En la Biblia encontramos esta pregunta: “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?” Isaías 58:6. Todos los maestros han elegido este ayuno — desatar las ligaduras de la apatía, del retraso, de la falta de interés, de la complacencia — reafirmando así la ley de la atracción de Dios que gobierna a la humanidad. La ley de Dios de “la adhesión, la cohesión y la atracción” Ciencia y Salud, pág. 124. es el antídoto contra cualquier resistencia del anticristo al sistema de educación y comunicación establecido por la Sra. Eddy y divinamente dispuesto. El maestro debe tratar metafísicamente aquello sobre lo que la Sra. Eddy nos pide estar alertas cuando habla sobre los futuros alumnos de una clase Primaria: “Los estudiantes que estén preparados para este paso deberían cuidarse de la red astutamente tendida y arteramente escondida para impedir su progreso en esta dirección”.Miscellany, pág. 241. El futuro alumno debería ser capaz de progresar naturalmente siguiendo esta disposición establecida por Dios para su progreso y dote espirituales, y alegría.
Sr. Thorneloe: En la Biblia el Maestro relata la parábola de los invitados a la fiesta de bodas. ¡Todos tenían una excusa para no asistir! Los maestros deben reconocer que no hay poder que pueda evitar en modo alguno que una persona esté en su lugar correcto, puesto que la Verdad mantiene al hombre en la perfección absoluta. Las dudas infundadas de los alumnos, referidas a su preparación para la clase: “¿Puedo yo hacer frente a esta situación?”, no pueden interferir con lo que es correcto. Cada uno puede cumplir con la tarea que Dios le ha encomendado. Argumentos tales como falta de tiempo para asistir a una clase, o dinero para pagar por ella, son simplemente excusas que no tienen autoridad para desviar al pensamiento e impedir el crecimiento espiritual. “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”, nos dice el Maestro en el Evangelio según Juan. Juan 12:32. Esto no se refiere a la personalidad del maestro, sino que es un hecho absoluto que el Cristo atrae. Y esa atracción no puede ser invertida.
¿Por qué es importante la instrucción en clase?
Sr. Thorneloe: ¡Porque nuestra Guía así lo afirma! En Ciencia y Salud una de las veinticuatro preguntas que hace la Sra. Eddy en “Recapitulación” es: “¿Quiere usted explicar lo que es la enfermedad y mostrar cómo debe uno sanarla?” Parte de su respuesta expresa: “Una respuesta completa a la antedicha pregunta entraña enseñanza, que capacita al sanador para que demuestre y pruebe por sí mismo el Principio y la regla de la Ciencia Cristiana o curación metafísica”.Ciencia y Salud, pág. 493.
La instrucción en clase Primaria brinda al estudiante una base firme para progresar en la práctica de la curación espiritual o cristiana.
Sra. Hebenstreit: La Sra. Eddy nos dice que los estatutos del Manual de La Iglesia Madre fueron impulsados por un poder impersonal,Esc. Mis., pág. 148. así que es a través de un impulso divino que la instrucción en clase ha sido establecida como un camino comprensible para el estudio de Dios y del hombre. La instrucción en clase está divinamente autorizada para la iluminación y el progreso espirituales. Vemos entonces su enorme importancia para la salvación de una persona y de su mundo.
Sr. Thorneloe: Nuestra Guía escribió un capítulo completo en Ciencia y Salud y una sección en el Manual de la Iglesia titulados “Enseñanza de la Ciencia Cristiana”. También en el Manual hay una sección completa titulada “Junta de Educación”. (Véase Manual, pág. 88.) Todo esto demuestra la enorme importancia que la Sra. Eddy atribuía a la enseñanza. El establecimiento de esta clase, inspirado por Dios, ilustra el amor de nuestra Guía para con nosotros y nuestro continuo progreso espiritual.
¿Son ingenuos los estudiantes que esperan ser capaces de ayudar a otros al finalizar la instrucción en clase?
Sr. Thorneloe: ¡En absoluto! En las biografías sobre la Sra. Eddy hay ejemplos de que ella solicitó a miembros de sus clases que se hicieran cargo de algún caso, y lo sanara. La mayoría de ellos así lo hicieron, regresando con informes de obvias curaciones espirituales. Y esto sucedió aun antes de que terminara la instrucción. Incluso hoy en día en ocasiones los postulantes han ayudado a otros, aun antes y durante las clases.
Sra. Hebenstreit: Ciertamente no es una ingenuidad que los estudiantes deseen sanar a otros antes, durante y después de la instrucción en clase. Sin embargo, el trabajo en clase debería prepararlos para sanar más rápidamente, y educarlos en su percepción de su dominio sobre todos los aspectos o sugestiones del magnetismo animal. Michael, como tú sabes, el último párrafo del capítulo “Enseñanza de la Ciencia Cristiana” en el libro de texto tiene este título marginal: “El buen móvil y su recompensa”. (Véase Ciencia y Salud, pág. 464.) La recompensa de una capacidad más amplia para sanar es la bendición que imparte la instrucción en clase.
Sr. Thorneloe: Eso es muy cierto, Jean. Recuerdo que en una ocasión había en una de mis clases una señora de edad que abrigaba el deseo de ayudar a otros. ¡Probó ser el miembro más joven de toda la clase! Pocos meses más tarde fue aceptada su solicitud para ser anunciada en el Journal como practicista. Y practicó exitosamente la Ciencia de la curación cristiana durante muchos años.
Sra. Hebenstreit: El maestro ayuda al alumno a comprender, a través del estudio de la Biblia y de Ciencia y Salud, que la práctica de la Ciencia Cristiana es para todos. Percibir la alegría que nos trae este trabajo de curación, hace que el interés en la práctica pública esté por encima de toda competencia. Si el maestro practica la Ciencia devotamente, puede transmitir la satisfacción que siente al seguir los pasos de Cristo Jesús.
Sr. Thorneloe: Nuestra Guía ansiaba que cada estudiante practicara lo que comprendiera en beneficio de otros. Después de todo, ¡somos un movimiento de practicistas, no un movimiento de pacientes! Puesto que el Cristo es la luz del alma, la manifestación del poder de la Verdad, podemos tener la completa certeza de que no hay ningún poder que pueda impedir en manera alguna que la curación espiritual se desarrolle en el corazón de cada uno de nosotros.
Sra. Hebenstreit: Estoy de acuerdo en que todo aquel que ha recibido el incomparable regalo de la Ciencia Cristiana está listo para practicarla por medio de la curación. El trabajo sanador no es privativo de aquellos que se anuncian en el Journal. Las instrucciones del libro de texto están dirigidas a cada miembro de la raza humana. El mayor gozo de aquellos que han vislumbrado la naturaleza del cristianismo, tal como es definida en la Ciencia Cristiana, es comenzar y continuar practicándola para sí mismos y para los demás, y así llegar a conocer las realidades del Espíritu y la creación del Espíritu.
¿Para qué son las reuniones anuales de la asociación?
Sr. Thorneloe: Constituyen un factor importante en la continua instrucción espiritual que nuestra Guía ha provisto para todos nosotros: Lecciones Bíblicas, Escuela Dominical, instrucción en clase, reuniones de asociación, etc.
Sra. Hebenstreit: Las reuniones de asociación son un trabajo de postgrado, otro día de instrucción durante el cual se avanza, un día de perfeccionamiento bajo la ley del progreso infinito.
Sr. Thorneloe: Las reuniones de asociación nos permiten explorar en profundidad un tema preestablecido, brindando una oportunidad para el enriquecimiento espiritual, en una atmósfera familiar de unidad y oración. Abren el pensamiento a un compromiso más profundo con la Iglesia de nuestra Guía, y con la práctica. Una estudiante, en una carta de gratitud a su maestro después del día de su asociación, escribió que al final de aquella tarde ya no podía permanecer en su asiento; simplemente sentía la necesidad de salir y poner en práctica lo que había aprendido.
Sra. Hebenstreit: La reunión de la asociación no es lo que a veces se denomina “un curso de repaso”. El estudiante puede repasar por sí mismo. La reunión es un paso más de progreso. Las reuniones de la asociación son para enseñar, inspirar, elevar, educar espiritualmente a cada uno de los presentes: para progresar. Promueven nuestro crecimiento en amor, tal como se aprende en la Ciencia Cristiana, y ese amor derrota todo aquello que se oponga a él.
¿Qué responsabilidades tienen los maestros de la Ciencia Cristiana hacia sus estudiantes?
Sra. Hebenstreit: La respuesta está en el Manual. El Manual dice: “Un maestro no deberá asumir control personal de sus alumnos ni intentará dominarlos, pero deberá considerarse moralmente obligado a promover su progreso en la comprensión del Principio divino, no sólo durante el curso, sino también después del mismo, cuidando bien de que demuestren ser de sentimientos sanos, y prácticos en Ciencia Cristiana”.Man., Art. XXVI, Sec. 2. La directiva que establece que un maestro no deberá intentar controlar o dominar personalmente a sus alumnos es realmente valiosa, ¡tanto para el maestro como para el alumno! Pero nuestra Guía es categórica al afirmar que los maestros deberán tener una relación continua y estrecha con el alumno para poder percibir sus necesidades, para estar siempre disponible para el alumno.
Sr. Thorneloe: Así es exactamente. La Sra. Eddy se proponía que el interés de los maestros en cada uno de sus alumnos se extendiera más allá de los doce días que dura la clase. Debe ser para ellos como un pastor, que se interesa amorosamente por ellos y se regocija en el progreso espiritual de cada alumno. Cuando reconocemos en nuestra Guía a una maestra de la Ciencia Cristiana, percibimos su demostración de que la Mente divina es el único Maestro. Ella confió cada corazón que busca a los brazos del Amor divino. Al mismo tiempo, ella era incansable en su cuidado para con sus propios alumnos. La relación entre un maestro y un estudiante es única, verdaderamente muy especial.
