¿Por Qué Debemos orar? ¿Cómo debemos orar? ¿Cómo podemos hacer que nuestras oraciones sean más eficaces? puede ser muy útil reconocer que si bien la oración no cambia a Dios, sí nos permite percibir más claramente Su presencia y poder; nos ayuda a conocer a Dios. Conocer a Dios no es lo mismo que simplemente saber algo acerca de Dios. Cristo Jesús fue capaz de sanar instantáneamente porque su comprensión de Dios no estaba limitada al conocimiento humano. El estaba profundamente unido a Dios como su padre. Incluso aseguró que él era uno con el Padre, cuando dijo: “... yo soy en el Padre, y el Padre en mí”. Juan 14:11.
La Biblia nos habla acerca de Dios. Y la Ciencia Cristiana nos ayuda a comprender que Dios es Vida, Verdad, Amor, Principio, Mente, Alma, Espíritu. Estos términos sinónimos concuerdan con las descripciones bíblicas de la naturaleza y el carácter de Dios. Pero ¿cómo hacemos para llegar a conocerlo realmente, en lugar de sólo tener información acerca de El? ¿Cómo logramos comprender y amar de una manera consecuente a este Ser divino e infinito, a este creador omnipotente y omnisciente, que es nuestro Padre-Madre?
El Maestro dio instrucciones breves pero precisas sobre cómo orar. Mateo reproduce sus palabras de la siguiente manera: “... cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Mateo 6:6. Mary Baker Eddy nos dice en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: “El aposento simboliza el santuario del Espíritu, cuya puerta se cierra al sentido pecaminoso, mas deja entrar a la Verdad, la Vida y el Amor”.Ciencia y Salud, pág. 15.
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