Si Usted Estuviera en un cuarto oscuro revelando negativos de fotografías y alguien encendiera una luz, usted no se pondría muy contento; la luz daña los negativos y no se pueden revelar. Pero usted se pondría muy contento si estuviera sufriendo el daño de algo negativo en su vida y éste fuera destruido al ser expuesto a la luz espiritual que iluminara su pensamiento.
Como nuestros sentidos físicos son incapaces de discernir la luz espiritual, pueden engañarnos haciéndonos creer que estamos 'en la oscuridad' en lo que concierne a Dios, Sus leyes de armonía y Su amoroso y constante cuidado por nosotros, Sus amados hijos. Esta supuesta oscuridad mental causa temor, del cual recientemente escuché por radio una definición interesante: "El temor es un cuarto oscuro en donde se revelan negativos".
Sin embargo, nadie tiene porqué vivir en un supuesto cuarto oscuro material de decepción y temor. La luz espiritual brilla constantemente en todas partes y en todo tiempo porque emana de Dios, el Espíritu omnipresente que llena todo el espacio. Solo necesitamos abrir nuestro pensamiento a esa luz para experimentar sus beneficios. Como lo declara la Biblia: "Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él". 1 Juan 1:5.
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