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Caminemos en la luz

Del número de marzo de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Si Usted Estuviera en un cuarto oscuro revelando negativos de fotografías y alguien encendiera una luz, usted no se pondría muy contento; la luz daña los negativos y no se pueden revelar. Pero usted se pondría muy contento si estuviera sufriendo el daño de algo negativo en su vida y éste fuera destruido al ser expuesto a la luz espiritual que iluminara su pensamiento.

Como nuestros sentidos físicos son incapaces de discernir la luz espiritual, pueden engañarnos haciéndonos creer que estamos 'en la oscuridad' en lo que concierne a Dios, Sus leyes de armonía y Su amoroso y constante cuidado por nosotros, Sus amados hijos. Esta supuesta oscuridad mental causa temor, del cual recientemente escuché por radio una definición interesante: "El temor es un cuarto oscuro en donde se revelan negativos".

Sin embargo, nadie tiene porqué vivir en un supuesto cuarto oscuro material de decepción y temor. La luz espiritual brilla constantemente en todas partes y en todo tiempo porque emana de Dios, el Espíritu omnipresente que llena todo el espacio. Solo necesitamos abrir nuestro pensamiento a esa luz para experimentar sus beneficios. Como lo declara la Biblia: "Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él". 1 Juan 1:5.

En verdad, cada uno de nosotros vive en Dios, la Mente divina, como Su idea espiritual, inteligente, perfecta y sagrada. Y como dice la Sra. Eddy: "La Ciencia Cristiana explica que la materia, el mal, el pecado, la enfermedad y la muerte no son sino negaciones del Espíritu, la Verdad y la Vida, los cuales son positivos que no pueden ser negados. Los estados subjetivos del mal, llamados mente mortal o materia, son negativos carentes de tiempo y espacio, porque nada hay fuera de Dios, o sea el Espíritu, y la idea del Espíritu".Sí y No, pág. 16.

Aun cuando los sentidos materiales no pueden abrir nuestro pensamiento a la constante iluminación que viene de Dios al hombre, los sentidos espirituales sí pueden hacerlo. Todos tenemos sentidos espirituales con los cuales discernir la verdad acerca de Dios y de Su creación. El sentido espiritual nos capacita para comprender la Biblia, incluso la vida y las enseñanzas de Cristo Jesús, y nos capacita para comprender la Ciencia Cristiana.

Una de mis actividades favoritas es la de abrir mi pensamiento a Dios y deleitarme con la luz que brota de la Verdad y el Amor a través de la callada oración y estudio de la Biblia y de Ciencia y Salud escrito por la Sra. Eddy, así como otra literatura de la Ciencia Cristiana. Me gusta tanto hacer esto que casi parece egoísmo el dedicarme tanto tiempo a esta actividad; pero la experiencia me ha enseñado lo generoso que es mantener el pensamiento iluminado con la luz de Dios. La Verdad no sólo ilumina nuestro propio pensamiento, sino que aclara la atmósfera mental de todos aquellos que están al alcance de nuestro pensamiento.

Durante los ocupados días en que nuestros hijos estaban creciendo, yo amaba la calma y claridad de pensamiento que la oración y el estudio traían a nuestro hogar, de tal manera que hice todo lo que pude para procurarme el tiempo silencioso necesario para orar y estudiar, tal como levantarme una o dos horas más temprano que el resto de la familia, dejar para después algunas actividades menos importantes, y establecer 'citas' con Dios en mi agenda diaria con el fin de traer un grado mayor de enriquecimiento espiritual a mi día de trabajo. Cuanto con más constancia caminaba hacia la luz de la Verdad y el Amor, tanto con más constancia veía los aspectos positivos, en lugar de los negativos, que se desarrollaban en mi hogar, y también en la comunidad, la iglesia y las actividades profesionales con las que estaba comprometida.

Recuerdo claramente la tarde de un domingo. Hacía justamente una semana que nos habíamos mudado a una nueva casa, en un vecindario nuevo, en un nuevo Estado. Gracias a nuestra relación con la luz espiritual, la mudanza se había llevado a cabo sin contratiempos y estábamos listos para recibir a nuestros primeros invitados, que estaban por llegar en un par de horas para la cena de wafles preparados en casa. Solo faltaban los últimos detalles, y yo estaba disfrutando de un momento de silenciosa oración y estudio regocijándome en la inspiración que provenía de Dios. Por eso, cuando oí un grito y la conmoción que venía del otro lado de la calle en donde nuestro hijo de diez años estaba jugando con sus nuevos vecinos, el sentido espiritual de la omnipresencia y omnipotencia del bien, Dios, me aseguró que el Amor divino estaba controlando la situación inmediata y totalmente. Y continué sintiendo la radiante seguridad del cuidado de Dios mientras calmadamente atendía a la necesidad humana.

A través de la ventana de la sala pude ver que nuestro hijo estaba cojeando en el jardín del vecino, tratando de caminar con una sola pierna. Me dirigí hacia él y cuando me acerqué, vi que una de sus piernas estaba sangrando mucho. Cuando llegamos a la casa, llamé a su padre (quien no había oído el alboroto) pidiéndole que trajera unas toallas y sus oraciones.

Después de llevar a nuestro hijo adentro de la casa, lo acostamos mientras le envolvíamos la pierna en las toallas a la vez que le hablábamos suavemente sobre el amor y el cuidado de Dios. Luego los tres a una oramos suavemente en voz alta el Padre Nuestro, "la declaración científica del ser" Ciencia y Salud, pág. 468. y otros pasajes familiares de la Biblia y Ciencia y Salud que nos afirmaban la verdad de que la ley armoniosa de Dios estaba actuando. En pocos minutos cada uno de nosotros sintió la calma de la sagrada presencia de Dios tan completamente que sentimos que todo estaba bien.

Quitamos las toallas y vimos que la hemorragia había cesado por completo, aun cuando en la pierna del niño se percibía una herida profunda. Mientras limpiábamos y vendábamos la herida, nuestro hijo nos explicó lo que había ocurrido. Tanto él como sus amigos estaban fascinados con un nuevo juego que consistía en lanzar destornilladores con un rápido movimiento de la muñeca de tal manera que se clavaran derechos en la tierra. Su destornillador, en lugar de caer al suelo, había caído en su pierna. Mientras hablaba, se percibió claramente que el amor, tanto de Dios como el nuestro, ya le estaba enseñando la lección que debía aprender. Mientras mi esposo y yo recogíamos todo para prepararnos para la llegada de nuestros huéspedes, el niño se quedó descansando. Toda la casa se llenó con una atmósfera dulce de armonía y gratitud.

Pronto llegaron nuestros invitados y nuestro hijo pudo disfrutar con todos de una deliciosa cena. Al día siguiente, pudo tomar el autobús de la escuela, llevando apenas una pequeña venda sobre la ya cerrada herida (que sanó completa y rápidamente sin ninguna consecuencia posterior). Poco tiempo después, cuando una de las niñas vecinas me preguntó qué habíamos hecho para ayudar a nuestro hijo, fue maravilloso compartir con ella esta sagrada experiencia.

Sí, el andar en la luz — la consciencia espiritual y la inteligencia que Dios imparte al hombre — hacen que la curación sea notablemente natural. Las situaciones negativas de los sentidos materiales simplemente no se pueden manifestar cuando se exponen a la luz espiritual que brilla en la consciencia. Es por esto que la Sra. Eddy da este maravilloso consejo: "Amados Científicos Cristianos, mantened la mente tan llena de Verdad y Amor que ni el pecado, ni la enfermedad, ni la muerte puedan entrar en ella".The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 210. ¡Le encantará caminar en la luz!

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