Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Desde Que Era muy niño,...

Del número de marzo de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Desde Que Era muy niño, siempre me sentí atraído por las cosas de Dios. Cuando abandoné el hogar de mis padres, esta atracción continuó, aunque algo estaba equivocado; algo estaba más allá de mi escaso entendimiento de Dios. Yo comprendía que El era todopoderoso, pero pensaba que también estaba muy lejano, un Dios que me castigó muchas veces aunque yo no había cometido falta alguna. Ir a confesarme no era suficiente para hacerme sentir en paz.

Fue en esa época, y en medio de una difícil batalla existencial, que encontré la "perla de gran precio", la Ciencia Cristiana. Poco después, comencé a tener grandes revelaciones. Nunca había encontrado tal paz, que tanto anhelaba, en las búsquedas que había hecho previamente.

Este primer contacto con la Ciencia Cristiana tuvo lugar hace más de quince años, por medio de un compañero de cuarto de mi ciudad natal. Me atrajo su manera de vivir y gradualmente comencé a leer las Lecciones Bíblicas del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Entre las muchas curaciones que tuve, a través de la aplicación práctica de las enseñanzas de la Ciencia Cristiana, figura la adicción al tabaco.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / marzo de 1995

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.