En La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana hemos estado dedicando bastante tiempo a pensar y orar para entender más claramente, y así llevar a cabo con mayor eficacia, los distintos propósitos que Mary Baker Eddy asignó a cada una de las publicaciones de la Ciencia Cristiana que ella fundó. Alentamos a los lectores y colaboradores a que participen en este importante empeño.
Se le ha prestado mucha atención a la forma como la Sra. Eddy describió el propósito de cada publicación periódica en su editorial del primer número de The Christian Science Monitor, que volvió a imprimirse en The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany bajo el título "Something in a name" (Algo en un nombre). Ella dice: "He dado nombre a todas las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana. La primera fue The Christian Science Journal, destinada a dejar constancia de la Ciencia divina de la Verdad; la segunda la denominé Sentinel, cuya misión es mantener guardia sobre la Verdad, la Vida y el Amor; la tercera, Der Herold der Christian Science, fue fundada para proclamar la actividad y la disponibilidad universales de la Verdad; a la siguiente le di el nombre de Monitor para difundir indivisa la Ciencia que opera inagotablemente. El Monitor tiene el propósito de no hacer daño a nadie, sino de bendecir a toda la humanidad".The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 353.
Los Redactores quieren compartir con ustedes algunas de las ideas que han venido desarrollándose en nuestro equipo de trabajo respecto al propósito específico del Journal. Nos hemos preguntado (y consultado la Biblia y los escritos de nuestra Guía buscando respuestas): "¿Qué quiere decir 'dejar constancia de la Ciencia divina de la Verdad'? ¿En dónde se necesita dejar constancia y porqué? ¿Cómo está el Journal haciendo esto, y cómo puede hacerlo mejor?"
Dios es el autor de la Ciencia del Cristo — las leyes divinas de la Vida, la Verdad y el Amor — que Cristo Jesús demostró tan completamente y que la Sra. Eddy descubrió. El punto focal de la Ciencia divina es la eterna relación entre Dios y el hombre como Espíritu e idea espiritual, Mente y reflejo, causa perfecta y efecto perfecto. Podríamos decir que Jesús dejó constancia de esta verdad del ser en el pensamiento y vida humana mediante la curación del enfermo como demostración de las leyes eternas de Dios. La práctica de la Ciencia de la Verdad del propio Jesús demostró la utilidad práctica esencial de las leyes de Dios en todas las áreas de la experiencia humana. Jesús enseñó la importancia de comprender la verdad acerca de la relación del hombre con Dios y de mantener el amor a Dios y al hombre como prioridad en los pensamientos y acciones de cada uno de nosotros. El dijo: "Si vosotros permaneciereis en mi palabra,.. . conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". Juan 8:31, 32.
Toda la misión terrenal de Jesús se centra en su amor por Dios y el hombre y su disposición para obedecer las órdenes de la Verdad divina. El respondió con compasión y curación al anhelo que tienen los hombres de librarse del falso sentido material de inteligencia y vida que mantiene a la humanidad en la esclavitud del pecado, la enfermedad y la muerte. Su resurrección demostró de manera concluyente que el hombre es espiritual e inmortal, no material y mortal, y que la Verdad inmortal nos libra de cada pretensión de la mortalidad. Justo antes de su ascensión, el Maestro mandó a sus discípulos a predicar el evangelio de la Verdad para que quedara mejor grabado en el pensamiento y la vida de la gente. El dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" con la promesa de que señales de verdadera curación y poder de salvación acompañarían a la recepción de la Verdad en el pensamiento (como siempre ocurre). El Evangelio según Marcos continúa: "Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían". Marcos 16:15, 20.
Hoy día la Ciencia de la Verdad divina, como se encuentra en la Biblia y se explica en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por la Sra. Eddy, está permitiendo que los estudiantes de esta Ciencia comprendan las leyes de Dios lo suficiente como para ganar las batallas contra el pecado y la enfermedad, batallas que no pueden ganarse sin esta comprensión. Como dice la Sra. Eddy: "La Ciencia ha iniciado el irreprimible conflicto entre el sentido y el Alma. El pensamiento mortal lucha con este sentido como quien golpea el aire, mas la Ciencia lo domina y pone fin a la lucha. Esto prueba diariamente que 'uno solo del lado de Dios es mayoría' ".Escritos Misceláneos, pág. 102. Pero muchos no han encontrado aún la Ciencia Cristiana, y aun aquellos que la han encontrado necesitan la ayuda y apoyo que viene de saber lo que otros están aprendiendo y demostrando de la Ciencia, especialmente porque el ambiente del pensamiento de la gente está muy impregnado del falso punto de vista mortal acerca de la realidad.
Si el sentido material de la realidad es falso y es la fuente de los problemas de la humanidad, mientras que la Verdad de la Ciencia divina permite a las personas vencer el sentido material mediante la comprensión espiritual de las leyes de Dios, entonces todos deberían tener pronto acceso a esta Ciencia. Es por esto que la Sra. Eddy escribió el libro de texto y fundó una iglesia y una sociedad editora, para poner a disposición de "toda criatura" la Ciencia Cristiana.
La Sra. Eddy tenía claro que la humanidad estaba buscando una explicación de las leves de Dios y su aplicación en la vida de la gente, para poder dejar de golpear el aire desesperadamente en contra del sentido material. Muchos anhelan elevarse para ver el poder que tiene Dios para sanar, y la Ciencia de la Verdad proporciona la manera como las personas, las familias y la sociedad pueden progresar permanentemente en contra de la enfermedad y el pecado. Una vez que el gobierno absoluto de la Mente se ha entendido y el cuerpo físico entonces ha vuelto a estar sano, el pensamiento se vuelve receptivo a toda la gama de posibilidades de regeneración, hermandad y salvación que la Ciencia de Cristo proporciona. Es por esto que es imperativo dejar una constancia precisa de la Ciencia Cristiana y su curación eficaz para consideración de la humanidad, y darle la más amplia circulación posible en los hogares del mundo.
Lo que dijo la Sra. Eddy en su editorial "A Timely Issue" en el primer número del Journal de 1883, indudablemente se ajusta al día de hoy: "Se ha hecho necesario tener un órgano de los Científicos Cristianos.. . Después de ver los diarios de hoy, viene naturalmente la reflexión de que es peligroso vivir, tan cargado de enfermedad parece el aire. Estas descripciones traen temores a muchas mentes, temores que se reflejarán en el cuerpo en el futuro. Debemos ser capaces de contrarrestar este error en gran medida, pues al precio que publicamos nuestro diario, podemos llegar a muchos hogares. Ya se ha hecho una gran obra, y aún queda una gran obra por hacer".Journal of Christian Science (renombrado The Christian Science Journal en 1885), Abril de 1883, pág. 3.
La Ciencia de la Verdad fue entonces, y es ahora, grabada a diario en la vida de las personas a medida que se ganan victorias importantes contra el sentido material mediante la curación del enfermo y la regeneración del carácter humano. El Journal se esfuerza por estar al corriente de, y publicar con precisión, lo que han aprendido y demostrado estos estudiantes de la Ciencia Cristiana. El elemento fundamental de la revista son sus artículos metafísicos, editoriales y testimonios de curación. Los artículos y editoriales se esfuerzan por mostrar la diferencia tan importante que hay entre la Ciencia divina y los sistemas humanos, contestar preguntas en el pensamiento del público acerca de la teología y eficacia de la Ciencia Cristiana, y afirmar la verdad del ser tan claramente que brinde al pensamiento del lector armas poderosas — ideas espirituales — con las cuales vencer la propaganda con que la mente mortal intenta infiltrarse en el pensamiento del público.
El lema de esta publicación mensual se ha tomado de la segunda carta a los primeros cristianos en Corinto, y destaca la necesidad vital que satisface el Journal para sus lectores: "Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas". 2 Cor. 10:4.
Los lectores del Journal también son fortalecidos al leer las diversas crónicas y comunicados. Esto alienta, en su comprensión y práctica de la Ciencia Cristiana, tanto al estudiante nuevo como al experimentado, y también ayuda a los miembros activos de La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y sus iglesias filiales locales a cumplir con sus variadas actividades y tareas. Además, el directorio al final del Journal ofrece ayuda inmediata a quienquiera que busque iglesias, sociedades, Salas de Lectura, organizaciones en las universidades, practicistas, maestros, enfermeros y Comités de Publicación de la Ciencia Cristiana en toda la comunidad internacional.
No hay duda de que el Journal cumple un papel importante en la búsqueda de la verdad. Es la única revista diseñada específicamente para dejar constancia de la Ciencia divina en el pensamiento general. A medida que sigamos trabajando y orando para atesorar la misión del Journal que Dios impulsa, la entendamos más claramente y hagamos todo lo posible para llevarla a cabo, el Journal cumplirá cada vez más con su propósito.
Hay un eslabón de progreso y apoyo entre los cuatro órganos oficiales de comunicación que la Sra. Eddy fijó para los Científicos Cristianos y el público en general. El Journal da testimonio de la Ciencia de la Verdad, la Vida y el Amor en el pensamiento para que así la salud y la santidad aparezcan en mayor medida en la vida de la gente. El Sentinel mantiene guardia sobre lo que se publica. El Heraldo proclama que la Ciencia es universalmente activa y está al alcance de la mano. Y el Monitor, de una manera íntegra e imparcial, difunde la Ciencia que es incansable en su habilidad para satisfacer de manera concreta los innumerables anhelos de las personas y la humanidad en general. Estamos de acuerdo con la Sra. Eddy en que "ya se ha hecho una gran obra, y aún queda una gran obra por hacer".