La Situacion De la economía está a menudo en la primera plana de los diarios. No obstante, a pesar de toda la cobertura de los medios de comunicación, los indicadores económicos no son los que determinan el éxito en los negocios, ni en lo personal ni en cualquier otro campo. Todas las cosas buenas tienen su fuente en Dios. En El podemos encontrar ilimitadas y fructíferas oportunidades para triunfar que jamás encontraríamos en las páginas dedicadas a las finanzas de todos los diarios del mundo.
Las bendiciones de Dios no se originan en la economía. Se originan en el Espíritu. Se manifiestan espiritualmente en amor, gozo, paz, salud, sabiduría. Estos son los tesoros de Dios. Nos benefician a nosotros, a nuestra familia y a nuestros negocios, de modos que los ingresos financieros jamás pueden hacerlo. La búsqueda de esos tesoros debería ser una de nuestras principales prioridades. El gozo elimina la depresión, la paz resuelve conflictos, la salud destruye la enfermedad y la sabiduría impide la ignorancia. Nuestro Padre-Madre Dios celestial ya nos otorgó estas cualidades espirituales.
Buscar lo que promueve el éxito y el bienestar genuinos en cualquier otro lado que no sea en Dios, es como caminar por una cueva oscura esperando encontrar la luz del sol. Nunca la encontraremos. Las respuestas necesarias para superar los desafíos económicos y tomar buenas decisiones financieras se pueden encontrar al buscar con mayor ahínco a Dios. La Mente divina que todo lo sabe y que es todo sabiduría, es Dios, quien comprende y entiende todo. Podemos depender de la Mente para que nos guíe con inteligencia y con habilidad.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!