Muchas Veces Me había dicho a mí misma que debería escribir para el Heraldo, pero continué postergando la idea. Recientemente se volvió una necesidad primordial para mí dar testimonio de las bendiciones que he recibido desde que conocí la Ciencia Cristiana.
Nuestro amado Maestro, nuestro Salvador, dijo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). Día a día, al obedecer esta invitación, he podido superar temores de toda índole, ignorancia sobre las cosas espirituales, y el pecado, que son la base de toda enfermedad.
Ahora, mi punto de partida es volverme a Dios, sentir Su Totalidad, y agradecerle humildemente a El por cada bendición que recibo. Al hacerlo llena de gozo, comienzo por reconocer el "ahora" de Su bondad y entiendo que El es el Amor omnipresente y omnipotente que actúa de manera constante.
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