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Un creciente amor por la Iglesia

Del número de agosto de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El Logro Del amor, la espiritualidad, la bondad, todas las cualidades del Cristo, constituye la necesidad más apremiante en el mundo, y muchas personas están buscándolo. Esto demuestra el idealismo práctico que Jesús ejemplificó en su obra de curación y regeneración. Al demostrar la naturaleza de Dios, tanto en su propia vida como en beneficio de los demás, el Maestro reveló que el Cristo es el camino de la salvación para toda la humanidad.

La idea espiritual, o Cristo, que Jesús vivió todavía está con nosotros hoy día, y podemos experimentarla por medio de las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. Cuando el amor de Dios se encuentra en nuestros corazones, se manifiesta en vidas dedicadas a servir a Dios y a toda la humanidad. A menudo el deseo de pertenecer a una iglesia filial de Cristo, Científico, es consecuencia de este creciente amor por Dios y el hombre.

Este amor del Cristo, que tanto enriquece nuestra consciencia individual riega las raíces de la actividad de los miembros de la iglesia. El esforzarnos por comprender la Verdad, también nos lleva a renovarnos. Como Pablo relata en su segunda epístola a los Corintios: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". 2 Cor. 5:17. He tenido experiencias de este tipo que han bendecido mi vida.

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