Después que se mudó a Pleasant View, su hogar en Concord, New Hampshire, Mary Baker Eddy inició la costumbre de dar paseos diarios en carruaje por la ciudad y sus alrededores. Por lo general estos paseos no duraban más de una hora y le daban un respiro en medio de las exigencias de su intenso trabajo. A veces se detenía en la oficina de telégrafos Western Union para enviarle un mensaje a los trabajadores de su iglesia en Boston. En esas ocasiones el gerente de la oficina generalmente iba hasta su carruaje para atenderla. Una tarde, al hablar con la Sra. Eddy, ella le preguntó si se "sentía bien como siempre". Él le respondió que padecía de un problema digestivo crónico. Después de esa conversación nunca más tuvo problemas con su estómago y los severos resfríos que tenía también desaparecieron. Recuerdos de Adelaide Morrison Mooney, Departamento de Historia de la Iglesia Madre.
En otra oportunidad, cuando la Sra. Eddy estaba mirando una tormenta que se acercaba, notó que un hombre con muletas entraba por el portón. Pidió que se le ofreciera comida y abrigo. Después de comer, se quedó en la cochera hasta que paró la lluvia. Meses después cuando unos integrantes del personal de Pleasant View iban a Concord, un obrero que estaba rompiendo piedras en el camino hizo detener su carruaje. Les preguntó si lo recordaban. Al ver que no, les dijo que él era la persona a quien habían dado abrigo. Les contó que mientras esperaba que pasara la tormenta se había quedado dormido y al despertarse, dijo: "Me levanté, caminé sin muletas y desde entonces no las he necesitado". No podía entenderlo. Al contarle lo sucedido a la Sra. Eddy cuando regresaron, ella recordó al hombre y reconoció que había orado por la situación. Recuerdos de Anna White Baker, Historia de la Iglesia.
Cuando estaban instalando los cables de teléfono en Concord, un cable le pegó en el ojo a un joven instalador que estaba trabajando frente a Pleasant View. Lo llevaron a la casa y la Sra. Eddy habló con él. Al día siguiente volvió a trabajar completamente sano. Recuerdos de Ludie W. Waldron, Historia de la Iglesia.
La curación era la esencia de la naturaleza de la Sra. Eddy. Aconsejaba continuamente a sus alumnos en su práctica de la Ciencia Cristiana. A uno le escribió:
La práctica sanadora de mis estudiantes cambia sus fases a medida que aprenden por experiencia. Comienza como una maravilla de poder y luego se transforma en una maravilla de gracia. La última se adquiere al espiritualizar la práctica que actúa más en el aspecto moral que en el físico de la curación, pero con certeza produce curaciones físicas permanentes. Se requiere más el espíritu que la letra para alcanzar la fase del Cristo para sanar la enfermedad y el pecado. Esta fase, querido mío, es la que quiero que usted alcance. Documento de la Historia de la Iglesia: L03485. Véase además Robert Peel, Mary Baker Eddy: The Years of Authority (Boston: The Christian Science Publishing Society, publicado originalmente por Holt, Rinehart and Winston, 1977), pág. 41.
Para fomentar "más el espíritu que la letra", la Sra. Eddy dedicó gran parte de su tiempo en 1893 a trabajar con James Gilman, un artista de Vermont, en la ilustración de un poema que ella había escrito a principios de ese año. Sobre este poema, titulado Christ and Christmas (Cristo y la Navidad), ella "Con espíritu reverente, aspiró a reproducir la modesta gloria de la Ciencia divina". Después de su publicación, escribió: " 'Christ and Christmas' proclama la Ciencia Cristiana mediante el canto y la lección práctica".Escritos Misceláneos, pág. 372.
Para la Sra. Eddy era importante que no solo los Científicos Cristianos sino el público en general tuvieran un concepto correcto sobre quién era ella como Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana. Con este fin preparó un discurso para dar en el Parlamento Mundial de Religiones, que se iba a celebrar en conjunción con la Feria Mundial de Chicago en 1893. El Redactor del Journal, el Juez Septimus J. Hanna, leyó el discurso de la Sra. Eddy, pero, lamentablemente, después le dio el manuscrito a la prensa, contrario a las instrucciones que había recibido de la Sra. Eddy. Al día siguiente los diarios informaron que era el discurso del Redactor y lo designaron a él como líder de la Ciencia Cristiana. La Sra. Eddy se sintió muy defraudada: se había perdido una excelente oportunidad a causa de la desobediencia. Como le escribió a uno de sus trabajadores en Chicago varias semanas después:
Que el mundo me entienda en mi luz y vida verdaderas, haría más por nuestra Causa que cualquier otra cosa. Documento de la Historia de la Iglesia: L07433. Véase también Peel, Authority, pág. 60.
Ella comprendió además que era requisito que los Científicos Cristianos estuvieran alertas a la necesidad de practicar la Ciencia en todo momento: "¡Cuánto deseo que todos mis alumnos estén alertas y demostrando como deben el Amor divino que está vertiendo sobre nosotros tales milagrosas bendiciones! Hoy un caballo desbocado que llevaba un trineo atrás venía galopando hacia mi trineo — pero cuando me di vuelta y lo miré a la cara se desvió de mi camino — pasó muy rápido a nuestro lado y dobló como si alguien lo hubiera frenado". Documento de la Historia de la Iglesia: L05974.
En 1894 la mayor preocupación de la Sra. Eddy era la terminación de la construcción del Edificio Original de La Iglesia Madre. Había estado alentando constantemente a la Junta Directiva de la Iglesia para que finalizaran el edificio antes de fin de año. Pero pasaban los meses y eso parecía cada vez menos probable. Las equivocaciones y las demoras parecían estar más a la orden del día, en lugar de ser acontecimientos inusuales. Hubo que superar una huelga de ferrocarriles, constructores obstinados y demoras constantes. A comienzos de septiembre sólo se había completado una pared exterior. Los Directores tenían poca o ninguna experiencia en el manejo de un proyecto de tal envergadura, pero continuaron avanzando porque la Sra. Eddy los hacía volverse constantemente a la Mente divina.
A principios de ese año la Sra. Eddy le había escrito a uno de sus estudiantes: "Me alegra que muchos de mis estudiantes estén comprendiendo la exigencia de tener más gracia para responder a las emergencias actuales. Nuestra oración en piedra, nuestra iglesia monumental, que se va a construir en Boston tenderá en gran manera a unificar a nuestros miembros. Ojalá que Dios nos dé la sustancia verdadera de esta clase de Amor". Documento de la Historia de la Iglesia: L05458.
En diciembre la situación era desesperante: el campanario estaba sin terminar; el auditorio, lleno de andamios, todavía no contaba con galerías ni asientos; las paredes y el techo estaban sin revocar. A esta altura la "carencia" era el problema principal: carencia de trabajadores, carencia de materiales, carencia de tiempo. Sin embargo, cuando un incidente de carencia se presentó al mismo tiempo en la ciudad de Concord, donde vivía la Sra. Eddy, ella mostró con claridad la forma de vencerla.
No había llovido en la zona de Concord durante el mes de noviembre. El granjero que llevaba la leche a Pleasant View le dijo a la cocinera que su pozo estaba vacío y que sus vacas estaban dejando de producir leche. Cuando se le informó de esto a la Sra. Eddy, ella sonrió y dijo: "¡Oh! si él tan sólo supiera que el Amor llena ese pozo". Recuerdos de Clara Shannon, Historia de la Iglesia. Al día siguiente cuando vino el granjero, rebosante de alegría le dijo a la cocinera que esa mañana había encontrado el pozo lleno de agua. Y lo sorprendente para él era que no había llovido para que se llenase. La Sra. Eddy escribió a la Junta Directiva el 10 de diciembre contándoles esta experiencia. Como consecuencia pudieron responder y vencer todos los desafíos que enfrentaron al construir la iglesia. El Amor había llenado el vacío.
El primer servicio de la iglesia se celebró en el nuevo edificio el domingo 30 de diciembre. También fue el primer servicio de la Ciencia Cristiana conducido por un Lector usando la Lección Bíblica en lugar de que un predicador pronunciara el sermón. El 19 de diciembre la Sra. Eddy había dado instrucciones a la Junta:
La Biblia y "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" serán de ahora en adelante el Pastor de La Iglesia Madre. Esto contribuirá a espiritualizar el pensamiento. La predicación personal incorpora en mayor o menor grado puntos de vista humanos. Mientras que la Palabra pura contiene solamente la salud vivificante que imparte la Verdad. Documento de la Historia de la Iglesia: L02748. Véase también Julia Michael Johnston, Mary Baker Eddy: Her Mission and Triumph (Boston: The Christian Science Publishing Society, 1974), págs. 134–135.
La Iglesia Madre fue dedicada el 6 de enero de 1895.
Para mantener alerta y despiertos a los miembros de su Iglesia, la Sra. Eddy había estado estableciendo las obligaciones y reglamentos de la iglesia a medida que surgía la necesidad de ellos. Los que se adoptaron al principio también apoyaron y confirmaron los puntos principales de la Escritura de Fideicomiso del 1.° de septiembre de 1892, que había servido para reorganizar la Iglesia. En marzo de 1895 la Sra. Eddy solicitó que todos estos reglamentos se unificaran en un Manual de la Iglesia. Más adelante escribió al comité que tenía asignada esta tarea: "Que el Manual sea breve y se termine pronto. Se precisa mucho para que los Estatutos sean leídos por todos sus miembros". Documento de la Historia de la Iglesia: L05082. La Sra. Eddy esperaba que los miembros fueran sanadores. En su Estatuto: "Es mejor curar que enseñar", escribió: "Sanar al enfermo y al pecador con la Verdad, demuestra lo que afirmamos sobre la Ciencia Cristiana, y nada puede substituir esta demostración. Yo recomiendo que cada miembro de esta Iglesia se esfuerce por demostrar con su práctica que la Ciencia Cristiana sana al enfermo rápida y completamente, probando así que esta Ciencia es todo lo que afirmamos que es".Manual de La Iglesia Madre, Art. XXX, Sec. 7.
La Iglesia Madre fue concebida para que la curación impregne todas sus actividades. Para dar énfasis a esto en las reuniones a mitad de semana, la Sra. Eddy pidió que se hicieran cambios en la conducción de este servicio, que hasta ese momento había sido una continuación de las Lecciones Bíblicas del servicio dominical. Las reuniones vespertinas de los viernes cambiaron a los miércoles en 1898. El 15 de enero de 1895, envió esta nota para que se leyera en la siguiente reunión:
Mis queridos estudiantes: Ampliad vuestras tiendas para bendecir a los demás. Mantened reuniones vespertinas los viernes para beneficiar a la gente. Aprended a olvidar lo que no debéis recordar, a saber, el yo, y vivid por el bien que hacéis.
Conducid vuestras reuniones repitiendo y demostrando la Ciencia Cristiana práctica. Compartid lo que esta Ciencia hace por vosotros y hará por otros. Hablad por la experiencia de su Fundadora, observando su sacrificio personal como el camino en la Ciencia Cristiana. Sed mansos, que vuestros lemas para estas reuniones sean: Quién será el más pequeño y siervo e "Hijitos, amaos unos a otros". Con afecto, Mary Baker Eddy. Documento de la Historia de la Iglesia: L05043. Véase también The Christian Science Journal, Abril de 1895, págs. 40–42, y Diciembre de 1939, pág. 469, y Christian Science Weekly [Sentinel], 6 de octubre de 1898, pág. 4.
La mansedumbre era una cualidad que la Sra. Eddy valoraba mucho. Ella enseñó que es esencial en la práctica sanadora. Por cierto que se evidenciaba en su propia obra sanadora; es una de las cualidades que definen a la Guía de la Ciencia Cristiana, junto a su pureza, carencia de temor, honestidad, sabiduría, amor desinteresado y fe absoluta en Dios. Con ellas como su piedra fundamental, construyó una Iglesia que ofrece a la humanidad la Ciencia, o leyes divinas, de la curación cristiana.