Dieciocho jóvenes que asisten a la Escuela Dominical de La Iglesia Madre en Boston, ya son miembros de la Iglesia. Sus maestros cuentan que son profundos pensadores, Científicos Cristianos dedicados, y sanadores eficaces. El verano pasado siete de ellos ayudaron a preparar y a conducir una reunión para los miembros locales de La Iglesia Madre, a la cual fueron invitados todos los alumnos de la Escuela Dominical y sus padres. Entre estos estudiantes se encontraban
, , , , y . Se trataron tres temas fundamentales:• ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día?
• ¿Cómo los prepara la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana para enfrentar estos desafíos?
• ¿Qué valor tiene para los adolescentes hacerse miembros de la iglesia?
He aquí algunas de sus respuestas.
Desta: A la mayoría de nosotros nos preocupa nuestra identidad y el futuro. Cuando nuestra identidad es puesta a prueba, y nos sentimos inseguros, es entonces cuando aparecen la competencia, la discriminación, el racismo, el rechazo, o la incomunicación. Generalmente nos hacemos preguntas como "¿Quién soy? ¿Cuál es mi propósito? ¿Acaso mi identidad depende de la ropa que uso, de los amigos que tengo, de mi experiencia? ¿Quién me creó? ¿Comencé como una pecadora, condenada a sufrir o a sentirme inferior?"
En la Epístola a los Gálatas, el Apóstol Pablo nos dice: "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús". Gal. 3: 28. Puesto que todos tenemos un mismo creador, y somos hechos a semejanza de Dios — y nadie ha sido hecho inferior —, no puede haber competencia ni inseguridad. En la Escuela Dominical aprendí que nada me puede quitar la felicidad y la confianza, porque Dios me da todo lo que necesito. Los hijos de Dios son saludables, puros, están satisfechos y libres de limitaciones, son completos e imparciales. Siempre somos amados y nunca estamos solos.
Priscilla: A la gente de mi edad le preocupa mucho hacer amigos, tener buenas relaciones, que no te dejen de lado ni aislada. A veces parece que la identidad se basa en tus conocimientos o talentos, e incluso que es necesario competir para que te respeten, acepten y amen. Descubrí que el aprender a usar la Biblia y Ciencia y Salud, nos ayuda a saber quiénes somos, y de dónde viene nuestra verdadera identidad. Cada uno de nosotros tiene la capacidad que Dios nos dio para tener éxito y ser buenos. No tenemos que apartarnos de nuestros valores morales para ganar amigos o para que nos vaya bien. Cuando comprendo quién soy realmente, me siento cómoda cuando hago amigos, y elijo los correctos. Saber que Dios no ha creado a ningún hijo malvado, me ayuda a ver el bien en mis amigas y a respetar la individualidad de cada una de ellas. Aunque ninguna de mis amigas va a la iglesia, yo me siento cómoda invitándolas a la Escuela Dominical o contándoles cómo resuelvo mis problemas con la oración. Aun cuando no pueda resolver algún problema inmediatamente, sé que puedo continuar confiando en Dios para sanarme. La Escuela Dominical me ha enseñado a orar por mí misma y sanar. ¡Realmente funciona! He sanado muchas veces.
Laura: Muchos de nosotros nos preocupamos por la moralidad y por tomar las decisiones correctas. Nos preguntamos: "¿Qué sentido tiene actuar de acuerdo con los principios morales? ¿Cuáles son las recompensas de ser moral? ¿Acaso debo sacrificar mi propio sentido del bien y del mal para seguir las tendencias populares o para sentirme bien?"
En la Escuela Dominical aprendí que el bien viene de Dios. Adquirimos confianza y libertad al comprender nuestra relación con Dios, nuestro verdadero Padre-Madre. Las leyes morales nos traen paz. La moralidad nos proporciona lineamientos, y un foco de atención, y libertad más que limitaciones. ¡Nos ayuda a divertirnos sin que haya consecuencias negativas!Como dice Mary Baker Eddy en Ciencia y Salud: "... la creencia en el pecado es castigada mientras dure la creencia". Ciencia y Salud, pág. 497. A medida que me esfuerzo por seguir los códigos morales establecidos, encuentro satisfacción y éxito verdaderos, y esas son recompensas que no pueden perderse ni dañarte. ¡Las leyes de Dios nos ayudan a ser todo lo que Él nos hizo ser!
Alex: La violencia es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo, particularmente lo que se aprende a través de las películas y los shows violentos de la televisión que miran los jóvenes. Muchas veces los niños ven en los personajes principales modelos para imitar. Las peleas que ven les muestran la manera equivocada de liberarse de la ira.
Hay algo que aprendí en la Escuela Dominical que verdaderamente nos permite resolver este problema. Se trata de la Regla de Oro que se encuentra en la Biblia: "...todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos". Mateo 7:12. Esto deja en claro que si quieres que las personas te respeten, tú debes respetarlas. Esto vale tanto para los padres como para los hijos. La Regla de Oro es parte del Sermón del Monte de Cristo Jesús. Jesús siempre perdonó a la gente, sin siquiera pensar en la venganza. Jamás recurrió a la violencia. Y fue capaz de sanarse a sí mismo y resucitar. Hoy en día necesitamos más de ese perdón.
Ariana: Muchos estudiantes andan en parrandas, borracheras y consumo de drogas porque sus amigos lo hacen, o porque piensan que son "muy vivos" por hacerlo, o que no causan ningún daño. A veces lo hacen para parecer más ingeniosos, para sentirse más fuertes, o verse mejor. Pero al final, es sólo una inyección rápida con un efecto efímero. En lugar de liberarte, te quita tu autoestima y tu capacidad para controlar tu propio pensamiento, y la única consecuencia es el sufrimiento.
La Escuela Dominical me ha enseñado que sentimos verdadera felicidad y satisfacción cuando comprendemos nuestra naturaleza verdadera y espiritual como la idea completa y satisfecha de Dios, y esta comprensión no tiene ningún aspecto negativo. Veo que la búsqueda de excitación y placer no es diferente hoy en día de lo que fue en los tiempos de la Biblia. Aquellas personas que cayeron en la tentación, siempre terminaron perdiendo lo que habían deseado alcanzar.
En la Escuela Dominical estudiamos la alegoría de Adán y Eva, en el segundo capítulo del Génesis. Adán y Eva enfrentaron la misma clase de tentaciones que los jóvenes enfrentan hoy en día. De acuerdo con esta historia, el Señor Dios les dijo que comer del árbol del conocimiento del bien y del mal les traería la muerte. Pero la serpiente les hizo creer que llegarían a ser tan sabios y poderosos como Dios Mismo. Se enfrentaron con la creencia de que les faltaba algo, y que eran incompletos. Cuando desobedecieron y comieron la manzana, perdieron su autoestima y su herencia divina.
En la Escuela Dominical estoy aprendiendo que puesto que somos las ideas espirituales de Dios, y la creación de Dios no es material, ni física, ni química, no podemos ser atraídos ni controlados por las sustancias químicas o los placeres materiales, ni ser adictos a ellos. Dios nos da la inteligencia y la fortaleza para optar por lo que es correcto, y nunca podemos equivocarnos al hacerlo. Me encanta el pasaje en Ciencia y Salud donde la Sra. Eddy escribe: "Ese concepto científico del ser, que abandona la materia por el Espíritu, de ningún modo sugiere la absorción del hombre en la Deidad y la pérdida de su identidad, sino que confiere al hombre una individualidad más amplia, un amor más expansivo, una paz más elevada y más permanente".Ciencia y Salud, pág. 265. Esta sensación de alegría y satisfacción completa es lo que los jóvenes realmente buscan.
Federico: Para nosotros es muy útil que nuestros maestros de la Escuela Dominical nos den ejemplos específicos de curaciones que han presenciado, o mejor aún, cuando algún estudiante relata cómo ha orado por algo. Algunos estudiantes vienen a la Escuela Dominical con problemas, pero por alguna razón están muy asustados como para hablar de sus problemas. Una solución puede ser lo que hizo un maestro de la Escuela Dominical que pidió a cada uno de sus alumnos que escribiera en un papel algún problema que estuviera enfrentando. Luego el maestro mezcló los papeles para que nadie supiera qué problema enfrentaban los otros. Y después trabajaron juntos para ver cómo podían resolverlos. ¿Acaso no es éste el propósito de la Escuela Dominical, enseñar a los jóvenes a ser sanadores recurriendo al Pastor? Me doy cuenta de que el Pastor de la Ciencia Cristiana (la Biblia y Ciencia y Salud) tiene todas las respuestas.
Spencer: Federico dio en el clavo. La Escuela Dominical tiene la finalidad de enseñarnos a ser sanadores. Hace un tiempo, mi madre no se sentía bien, y le pregunté si quería que orara por ella y me dijo: "Sí". Entonces fui a mi habitación y cerré la puerta. Reconocí en oración que Dios la ayudaría a comprender que no estaba enferma. Ella fue creada como la imagen perfecta de Dios, y no tenía que aceptar la creencia material de que la enfermedad puede ser real. Después de orar de esta manera, me fui a la cama. A la mañana siguiente, cuando me levanté, mi mamá me agradeció y me dijo ¡que había tenido una curación instantánea!
Priscilla: Al principio cuando me hice miembro de La Iglesia Madre, no estaba segura de lo que eso significaba o de porqué lo había hecho. Comencé a escribir poemas para las publicaciones periódicas, y de pronto me di cuenta de que era un privilegio para mí ser miembro de esta iglesia.
Laura: Eso es un punto muy importante. Ser miembro de la Iglesia es un camino para la curación, tanto colectiva como individual, a través de las leyes de Dios que explica el Pastor. La curación es una forma maravillosa de cumplir el propósito que la Sra. Eddy estableció para esta Iglesia ... "destinada a conmemorar la palabra y las obras de nuestro Maestro, la cual habría de restablecer el Cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación".Manual de La Iglesia Madre, pág. 17
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