Hace Unos Años tuve que llenar unos formularios especiales para un censo, y todo fue bien hasta que llegué a la pregunta: "¿De qué raza es usted?" Fácil, dirá el lector, pero el formulario presentaba una enorme variedad de posibilidades, desde el afro-americano al blanco-europeo, pasando por latinos, hispanos, indios americanos, árabes, etc. Al principio me sentí desorientada, pero después comencé a recordar lo que enseña la Ciencia Cristiana acerca de la naturaleza del hombre, y esto me ayudó a aclarar el pensamiento.
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