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Mary Baker Eddy: toda una vida de curación

Esta serie de artículos habla de las curaciones realizadas por Mary Baker Eddy mediante su confianza en Dios. Las mismas empezaron en su niñez y continuaron durante toda su vida. Algunas de ellas se publican aquí por primera vez.

"La Causa necesita sanadores" (1902—1904)

Del número de enero de 1997 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mary Baker Eddy escribió sobre Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: "El libro de texto de la Ciencia Cristiana mantiene el cristianismo primitivo, enseña cómo demostrarlo, y es lógico en premisa y en conclusión desde el principio hasta el fin. Si el libro mismo fuera absurdo y no científico, ¿podrían los Científicos adherirse a él, establecer su práctica de curación sobre la base que éste presenta, tener éxito como sanadores y ser modelos de buena moral? ¿Acaso no se conoce el árbol por sus frutos?"The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 111.

Según se evidencia en su correspondencia, la Sra. Eddy estaba muy preocupada por la necesidad de tener curaciones cristianas eficaces. Para lograr este fin, trabajaba continuamente para aclarar el contenido de su libro de texto de la Ciencia de la curación mediante el Cristo. A fines de enero de 1902, se publicó la edición 226 de Ciencia y Salud. Los lectores familiarizados con el libro pudieron ver inmediatamente que era una revisión muy extensa. La Sra. Eddy, con la ayuda de dos de sus alumnos, Edward A. Kimball y William P. McKenzie, había trabajado en ella durante muchos meses. Reorganizó los capítulos significativamente, poniéndolos en el orden actual, y agregó un nuevo capítulo final, "Los frutos de la Ciencia Cristiana", que es una compilación de curaciones tomadas de las páginas de The Christian Science Journal y el Christian Science Sentinel. El denominador común de estas curaciones es que todas se realizaron únicamente mediante la lectura de Ciencia y Salud. La Sra. Eddy también revisó los títulos marginales del libro y redactó de nuevo algunos de ellos. Para mayor información sobre el origen y los antecedentes de los títulos marginales, véase el editorial "Science and Health: textbook for self-improvement" en The Christian Science Journal de Septiembre de 1993. Y dio instrucciones a los señores Kimball y McKenzie para que se cercioraran de que todas las citas de las Escrituras en el libro estuvieran de acuerdo con la versión King James de la Biblia en inglés. Otra característica nueva que agregó fue la numeración de los renglones.

En 1902, la Sra. Eddy se dedicó a leer la nueva revisión página por página. Mientras que la lectura en 1902 fue con el propósito de hacer correcciones, Ciencia y Salud, xii: 20—22 se refiere a su lectura del libro de texto en 1907, específicamente con el propósito de "elucidar su idealismo". Como resultado, corrigió e hizo uniforme el escribir con mayúscula las palabras que se refieren a Dios, eliminó frases y párrafos repetitivos y añadió un poco de material nuevo. En una carta a Albert F. Conant, quien estaba compilando la Concordancia, la Sra. Eddy escribió en la primavera de 1903:

Mis "últimos cambios en Ciencia y Salud" pueden continuar mientras lea el libro, pero voy a detenerme ahora y usted puede terminar la Concordancia inmediatamente. Documento de la Historia de la Iglesia: L08403, Departamento de Historia de La Iglesia Madre.

Revisar Ciencia y Salud era tan sólo una de las tantas continuas tareas que la Sra. Eddy se había asignado. Como le escribió a un amigo: "Empleo todo mi tiempo en trabajar para la humanidad". Documento de la Historia de la Iglesia: L14299. A dos estudiantes que le habían obsequiado un ejemplar de la traducción del Nuevo Testamento que hizo Wycliffe, les escribió:

Hoy me maravilla pensar que Dios me haya escogido para esta misión, y que la obra de mi vida haya sido el tema de la antigua profecía, y yo la escriba de Su camino infinito hacia la Salvación. Ojalá que me mantenga siempre a los pies de Cristo, ungiendo el entendimiento humano y bañándolo con mis lágrimas; enjugándolo con los cabellos de mi cabeza, los fragmentos de mi comprensión que Dios "ha contado" para hacer a los hombres sabios para la salvación. Documento de la Historia de la Iglesia: F00246.

Para la Sra. Eddy la salvación era la comprensión científica y la demostración de la supremacía de Dios, que sana el pecado y la enfermedad. Una y otra vez durante este período, le escribió a sus seguidores acerca de la gran necesidad de realizar curaciones rápidas y eficaces. Le escribió a su primo, Alfred Baker, que había sido médico antes de ser estudiante de la Ciencia Cristiana:

Los enfermos te necesitan y puedes hacer un gran bien al sanarlos. La Causa precisa un millón de veces más sanadores que maestros. El mejor sanador es el mejor Científico y ocupará el lugar que Dios tiene para que ocupemos todos. Documento de la Historia de la Iglesia: V00274.

Al Redactor del Journal y Sentinel:

Inicié esta gran tarea y desperté a la gente por medio de la demostración, no con palabras sino con obras. Nuestras publicaciones periódicas tienen que tener más testimonios... La curación es el mejor sermón, la curación es la mejor conferencia y toda la demostración de la Ciencia Cristiana. El pecador y el enfermo sanados son nuestros mejores testigos. Documento de la Historia de la Iglesia: L03057.

A un estudiante de Boston:

... Insisto en mi convicción de que la mayor necesidad que tiene nuestra Causa es la de tener mejores sanadores. Los que tienen experiencia, carácter cristiano y habilidad son más necesarios, mucho más, para hacerse cargo de esta designación en prueba de la Ciencia Cristiana, que para construir iglesias. Documento de la Historia de la Iglesia: L15516.

A un practicista de la Ciencia Cristiana:

A menos que tengamos mejores sanadores, y se realice más esta labor que cualquier otra, nuestra Causa no resistirá ni "habiendo acabado todo", estará firme.

La demostración es el todo de la Ciencia Cristiana, nada más da prueba de ella, nada más la salvará ni la continuará con nosotros. Dios lo ha dicho y Cristo Jesús ha dado prueba de ello. Documento de la Historia de la Iglesia: L08352.

Y a un maestro de Ciencia Cristiana:

... Sanar al enfermo y reformar al pecador demuestra la Ciencia Cristiana y nada más puede hacerlo ni lo hace.

Amado hijo, ¿no te aprestarías a alcanzar esta altura de la santidad? Nada necesitas más para tu propia felicidad y para distinguirte, y para el éxito de nuestra Causa, para la gloria de guiar a la raza humana hacia adelante y hacia lo alto, que esta demostración. Con ella obtuve la atención del mundo, ni mis palabras ni mis escritos, sermones y alumnos ni adherentes pudieron hacerlo ni lo hicieron. Sino las curaciones maravillosas que realicé. Documento de la Historia de la Iglesia: H00071.

La labor sanadora de la Sra. Eddy seguía siendo "maravillosa", como relataba una de las personas que trabajaba en su casa. Un acróbata de circo que tenía un ojo lastimado y a quien la Sra. Eddy había visto actuar en 1901 en la Feria del Estado de New Hampshire, después la visitó:

Un día, un hombre que ella había visto saltar de una gran altura solicitó verla. Tenía gafas protectoras oscuras. Ella le preguntó si no tenía miedo cuando daba ese salto. Él le explicó que si tuviera miedo de que el salto era demasiado alto, se mataría. Después de hablar con él por un rato de una manera de lo más celestial, se podía ver por la expresión del rostro del hombre lo esclarecido que estaba mentalmente. Entonces ella comenzó una vez más a hablarle sobre su carencia de temor, él seguía sosteniendo que no tenía temor de saltar porque sabía que podía hacerlo. Ella le preguntó: "¿Por qué no aplica la misma regla para sus ojos?" Uno de ellos, le contó él, había sido destruido en un accidente, el otro estaba bien, pero usaba las gafas protectoras oscuras para esconder el ojo dañado. Estaban sentados en la biblioteca y mientras ella hablaba pude ver y sentir que su temor desaparecía y que su pensamiento estaba lleno de esperanza y gozo, si bien en ese momento él no se daba cuenta de la bendición que había recibido. Uno o dos días más tarde el taxista que lo llevó a la estación declaró que tenía dos ojos sanos al llegar a la estación. Recuerdos de Clara Shannon, Historia de la Iglesia:

A fines de junio de 1903, la Sra. Eddy invitó a los que asistieron a la Asamblea Anual de La Iglesia Madre en Boston a que fueran a visitarla a New Hampshire. Unas diez mil personas fueron a Concord y la escucharon hablar brevemente desde el balcón de su casa que se llamaba Pleasant View. Se produjeron varias curaciones en esa reunión: un hombre dejó de fumar, una mujer sanó de agotamiento, y un muchacho inválido sanó. Otra curación maravillosa ocurrió después de la charla, durante el paseo de la Sra. Eddy en su carruaje. Un relato de ella aparece en los recuerdos de Lottie Clark, una enfermera de la Ciencia Cristiana:

...Yo iba en un vehículo para siete pasajeros camino a Hyde Park, Boston, a una conferencia [de la Ciencia Cristiana]. Al poco rato de partir la mujer sentada en el asiento de adelante se dio vuelta y dijo que deseaba contarnos lo que le ocurrió a una mujer que vivía en Concord, New Hampshire. Esta mujer de Concord tenía un costado del cuerpo paralizado, estaba en la miseria más completa, y su hogar era tan desdichado que sentía que no podía seguir viviendo en él. Por eso tomó la determinación de irse y no volver jamás. Al salir de su casa vio que por la calle pasaban gran cantidad de personas. Por curiosidad las siguió, eran las diez mil personas que se dirigían a Pleasant View. Cuando llegaron esta mujer estaba al final de la multitud, tan lejos que ni siquiera pudo escuchar el sonido de la voz de la Sra. Eddy cuando habló. Cuando la Sra. Eddy se dio vuelta y entró en su casa, a la impotencia, irremediabilidad y desesperación de esta mujer se agregó la reciente desilusión de no haber podido escuchar el mensaje que sabía debía haber sido muy importante para haber atraído tanta cantidad de gente. Se dio vuelta con lágrimas fluyendo abundantemente sobre su rostro para volver a Concord. Al caminar llegó a un terreno baldío, cruzó por él hacia la calle al otro lado, y allí se detuvo llorando amargamente; con la cara cubierta de lágrimas, vio a un par de caballos que se acercaban. Se quedó parada mirándolos y cuando estuvieron más cerca reconoció que la mujer en el carruaje era la misma que había hablado desde el balcón, por eso esperó para verla más de cerca. Al pasar el carruaje frente a ella, la Sra. Eddy se inclinó y la miró. No intercambiaron palabras, pero la mujer sanó instantáneamente. Volvió a su casa y se encontró con que la situación en su hogar había sanado. Este fue el final de la historia. Todos nos quedamos fascinados y conmovidos por las maravillosas curaciones de la Sra. Eddy. Por unos momentos reinó el silencio, luego la mujer que estaba sentada a mi lado rompió el silencio y dijo calmadamente: "Y yo soy esa mujer, y he vivido feliz en mi hogar desde entonces". A continuación añadió: "Jamás he visto ni antes ni después el amor y la compasión en el rostro de ningún ser humano que vi en el de la Sra. Eddy cuando se inclinó y me miró". Recuerdos de Lottie Clark, Historia de la Iglesia.

Como le escribió la Sra. Eddy a uno de sus alumnos al año siguiente: "La comprensión espiritual de la totalidad del Amor divino y la fe en él sanan". Documento de la Historia de la Iglesia: L04273. Otra parte de esta carta se publicó en el Sentinel del 19 de septiembre de 1936, pág. 50.

En la época en que la Sra. Eddy habló desde el balcón, había estado trabajando por tres meses en la revisión del Manual de La Iglesia Madre. Lo terminó a fines de julio y se publicó el 5 de septiembre de 1903. La vigésima novena edición del Manual de la Iglesia contenía diecisiete estatutos nuevos, 122 enmiendas a los ya existentes y la eliminación de veinte reglas antiguas. La Sra. Eddy también revisó los "Artículos de Fe" y la "Reseña Histórica". Una semana después de su publicación, ella contribuyó con un artículo titulado "Digestión Mental" en el Christian Science Sentinel que se refería a este nuevo Manual. Finalizó este artículo con una declaración trascendental: "De esto estoy segura, que cada Regla y Estatuto de este Manual aumentará la espiritualidad de aquel que lo obedece y fortalecerá su capacidad para sanar al enfermo, consolar a los que lloran y despertar al pecador".Sentinel, 12 de septiembre de 1903, pág. 24, reimpreso en Miscellany, pág. 230. Para la Sra. Eddy el Manual era mucho más que una compilación de Reglas para hacer funcionar su Iglesia de manera ordenada. Su intención, también muy importante, era además que fuera una guía que, cuando se la entendiera y obedeciera, hiciera que sus estudiantes fueran mejores sanadores cristianos. Al igual que Ciencia y Salud, el Manual tenía que ser aplicado a todos los aspectos de la vida diaria.

En 1904 la Sra. Eddy le escribió dos veces a la Junta Directiva de su Iglesia sobre la gran importancia de la obra sanadora de los Científicos Cristianos. En mayo les dijo:

Acabo de salvarle la vida a uno de mis alumnos con tan sólo un tratamiento. La demostración de lo que les he enseñado sana al enfermo. Documento de la Historia de la Iglesia: L00383.

Y en agosto escribió:

Según lo entiendo, Dios ha demostrado Su causa al sanar a los enfermos... Expliquen a los que escriben que lo mejor para nuestra Causa y para los estudiantes es que se enseñe menos y se sane más; menos informes sobre el establecimiento de nuevas iglesias y más testimonios de nuestras curaciones, dan mejor prueba del progreso de la Ciencia Cristiana. Documento de la Historia de la Iglesia: L01365.

Nada tenía más relevancia para la Sra. Eddy que hacer la voluntad de Dios. Para ella, sanar era la actividad más elevada a la que alguien podía aspirar y ella se dedicó a través de sus libros y de su Iglesia a hacer todo lo que podía hacerse para promover y extender esta actividad a toda la humanidad.

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