Las Noticias Denunciando a figuras públicas, han puesto últimamente la atención en el continuo debate sobre qué constituye acoso sexual y qué se debería hacer al respecto.
Cuando yo era joven, mis empleadores masculinos frecuentemente me mortificaban y me hacían bromas de mal gusto. Pero en aquel entonces me parecía que ése era el destino de una mujer que se desempeñaba en una profesión mayormente de hombres. Sin embargo, cuando se comenzó a cuestionar el acoso sexual con tanta intensidad, me di cuenta de que no debí haber tolerado un trato tan humillante.
Tiempo después me asignaron un proyecto en el cual tenía que supervisar a varios hombres, entre ellos a uno que era buen mozo y muy atractivo. Sin siquiera darme cuenta, yo comencé a fastidiarlo en formas que más adelante me parecieron algo sugestivas. Por algún tiempo la broma resultó divertida, pero pronto advertí que lo estaba poniendo muy incómodo, en parte, quizás, debido a que yo era su supervisora.
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