Tal Vez Usted desee profundamente verse liberado de alguna adicción. El comienzo de su búsqueda de curación se encuentra en la Biblia, donde Cristo Jesús dice: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá". Marcos 11:24. Y en otra parte él declara: "Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis". Mateo 6:8.
¿Cómo pudo Jesús hacer tales promesas? Porque él sabía que Dios, el bien, nos crea a cada uno a Su propia imagen y semejanza. Dios nos ama a todos con un amor profundo y eterno, en el que también usted está incluido. Dios nunca pondría a Su hijo en las garras de algo que fuera perjudicial y produjera adicción.
¿Cómo podemos entender mejor estas promesas bíblicas? Ciencia y Salud nos explica: "El deseo es oración; y nada se puede perder por confiar nuestros deseos a Dios, para que puedan ser modelados y elevados antes que tomen forma en palabras y en acciones".Ciencia y Salud, pág. 1.
La oración consiste en estar en comunión con Dios y escucharlo a Él. No necesitamos usar palabras o frases elaboradas. Si su cuerpo siente deseos de una bebida, un cigarrillo o una droga, apóyese en Dios, como lo haría con un amigo especial. Si usted se lo pide en oración, Él le ayudará a comprender su verdadera naturaleza espiritual, completa, satisfecha.
Quizás se sienta tentado por pensamientos de desaliento y frustración. Pero pregúntese: "¿Deseo yo una vida mejor, un camino de liberación? Querer cambiar es posible y se puede lograr cuando se tiene el deseo sincero de crecer espiritualmente. Vigile que sus pensamientos lo guíen hacia Dios. No se dé por vencido.
Un amigo me comentó sobre su profundo anhelo de tener una vida mejor, libre de la adicción al alcohol. Durante muchos años, bebió a diario una caja de cerveza o una botella de whisky. No tenía un trabajo estable y vivía temporalmente en un albergue para gente sin hogar.
Un día encontró un ejemplar de Ciencia y Salud en una caja cubierta de polvo que estaba en el garaje de un pariente. Leyó el libro por unos minutos y luego lo dejó. Pero de tanto en tanto volvía a leerlo. También comenzó a leer la Biblia con regularidad y así fue descubriendo a un Dios que ama y no castiga. Él comprendió su propia naturaleza espiritual como parte de la creación de Dios. A medida que aceptaba lo que iba leyendo sobre Dios y Su bondad, comenzaron a sucederle cosas buenas. Sanó de algunas enfermedades físicas y varias veces fue protegido de ser picado por víboras de cascabel.
Se encontró con Científicos Cristianos que deseaban orar con él. También comenzó a asistir con regularidad a los servicios religiosos de una iglesia, donde la gente lo trataba con tanto amor y cordialidad que se sintió como el hijo pródigo volviendo seguro al hogar.
A medida que oraba, se fue sintiendo más cerca de Dios y comenzó a tener un verdadero deseo de dejar la bebida. Un día entró a un bar y pidió una cerveza. Se sentó y miró el vaso, entonces lo alejó y se fue, sin siquiera beber un sorbo. Más tarde me dijo: "Yo no sentía deseos de beber". Han pasado más de tres años desde aquel día en el bar, y él no ha vuelto a beber alcohol.
Ahora disfruta de una paz y una libertad permanentes. Meses atrás dejó el albergue para personas sin hogar y ahora tiene un lugar donde vivir y responsabilidades como sereno. Cuando habla con los demás del amor de Dios, los insta a no cejar en su empeño por obtener su propia liberación. Hace poco una persona le preguntó cuántos pasos tuvo que dar para dejar de beber. Él respondió: "Un solo paso: La Ciencia Cristiana".
¿Hay alguna esperanza para usted o para algún amigo? ¡Categóricamente, sí! Todos podemos sentirnos seguros con estas palabras de Ciencia y Salud: "¿Nos beneficiamos con la oración? Sí, el deseo que se eleva, hambriento de justicia, es bendecido por nuestro Padre, y no vuelve a nosotros vacío".Ibid., pág. 2.
A medida que ore a Dios, sentirá Su profundo amor y los resultados de tan sincera oración serán paz, alegría y liberación de la adicción.