El Mundo Está Despertando a la situación angustiante de las víctimas de la violencia, y ha empezado a tomar medidas para ayudar a borrar sus efectos dentro de la familia. ¿Por qué entonces centrar nuestra atención en perdonar a los agresores?
Porque las víctimas de la violencia familiar no pueden lograr la curación permanente, a menos que practiquen activamente el perdón cristiano. El perdón es una demanda espiritual tan importante que Cristo Jesús lo incluyó en el Padre Nuestro: "Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores". Mateo 6:12. Podríamos preguntarnos cómo sana el perdón los efectos de la agresión.
El perdón científicamente cristiano borra hasta la historia misma de la agresión. Borra de la mente las huellas que persisten en la memoria. Pone fin a los abusos. Sana a quienes cometen agresiones. Y es permanente.
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