Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

El mensaje angelical que usted necesita

Del número de marzo de 1998 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Era La Segunda O Tercera vez que asistía a una reunión de testimonios de los miércoles en la iglesia filial de la Christian ScienceSignifica Ciencia Cristiana. Pronúnciese crischan sáiens de mi comunidad. Tenía mucho interés en los relatos de curaciones y en las ideas espirituales que compartían los concurrentes. Una señora dijo simplemente que si alguna vez precisábamos ayuda o curación, lo único que debíamos hacer era volver nuestro pensamiento al Padre-Madre Dios y el mensaje angelical adecuado nos vendría. Pensé que esto era lo más maravilloso que jamás había escuchado.

A la semana siguiente, mi hijo de dos años se enfermó con fiebre. Daba vueltas en la cama, quejándose. Me senté a su lado por unos momentos sintiendo mucho temor. En ese instante, recordé lo que la señora había dicho en la iglesia, por lo que me puse de pie y caminé hasta la ventana. Le pedí al Padre un mensaje angelical, el mensaje que necesitaba para enfrentar esta necesidad.

De inmediato, vino claramente a mi conciencia este pensamiento en forma de pregunta: ¿Quién cuidaba de él antes que tú lo conocieras? Comencé a pensar en la vida verdadera y espiritual del hombre y tuve la certeza de que no tenía comienzo ni fin. Me acordé del versículo de Job, en la Biblia, que habla acerca de “las estrellas del alba” alabando y de “todos los hijos de Dios” regocijándose. Job 38:7. Razoné que, en realidad, este pequeño era hijo de Dios, no mi hijo. ¡Y que él también estaba allí, con las estrellas del alba, regocijándose!

Me sentí absolutamente segura de que este niñito coexistía con Dios, su Padre eterno, y que este Amor divino había estado presente, cuidando de él, desde antes de que existieran las “estrellas del alba”. ¡Yo tan solo había estado con él por dos breves años! Era obvio que el mismo poder que lo había cuidado antes que yo lo conociera estaba todavía cuidándolo, y siempre lo haría.

Esta comprensión, procedente de ese mensaje único y puro, alivió de tal manera mi temor que naturalmente confié este pequeño niño al cuidado de Su eterno Padre-Madre. El niño sanó. Cuando volví a su cama, lo encontré durmiendo tranquilamente, y por la mañana se despertó feliz y saludable como siempre. ¡Me sentí tan agradecida! Era la primera vez que aplicaba las verdades de la Christian Science para satisfacer una necesidad. Aprendí lo importante que es recurrir a la Mente divina y reclamar el pensamiento correcto.

El Glosario de Ciencia y Salud nos da el significado espiritual de los términos de la Biblia. Allí encontré una explicación para la palabra ángeles: “Pensamientos de Dios que vienen al hombre; intuiciones espirituales, puras y perfectas; la inspiración de la bondad, de la pureza y de la inmortalidad, que contrarresta todo mal, toda sensualidad y toda mortalidad”.Ciencia y Salud, pág. 581.

Dios es Mente divina, inteligencia ilimitada, siempre presente y omnipotente. La Mente no está en silencio ni deja de expresarse. Cuando recurrimos a Dios, la inteligencia divina, y le pedimos ayuda, tenemos una respuesta inmediata. Si pedimos y luego esperamos tranquilamente, sentiremos la presencia del Amor; recibiremos la dirección de la Mente y obtendremos respuestas sanadoras. La Biblia nos alienta: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Salmo 46:10. En la medida en que nos quedamos quietos y ponemos toda nuestra atención en Dios, el bien, somos receptivos a la Mente.

De manera que los ángeles son los pensamientos de Dios, las ideas correctas, las verdades espirituales, el toque del Amor, que traen paz. Ciencia y Salud declara: “Los ángeles no son seres humanos etéreos, desplegando en sus alas cualidades animales, sino visitantes celestiales, que vuelan con alas espirituales, no materiales. Los ángeles son pensamientos puros que emanan de Dios, alados con Verdad y Amor, cualquiera que sea su individualidad”.Ciencia y Salud, pág. 298.

Una idea que me ha sido particularmente útil, diría que hasta vital, respecto a los ángeles, es que, tal como le fuera revelado a la Sra. Eddy, los ángeles “reproducen sus propias características”. Cuando abrigamos un pensamiento angelical, un buen pensamiento o idea espiritual, éste se desarrolla en nuestro entendimiento y se expresa en nuestra experiencia. El pensamiento angelical que me vino y me trajo la convicción absoluta del cuidado eterno e ininterrumpido de nuestro Padre-Madre Dios por mi hijo, reprodujo esa característica y el niño fue sanado. Ciencia y Salud expone: “El Espíritu es simbolizado por la fuerza, la presencia y el poder y también por pensamientos sagrados, con alas de Amor. Esos ángeles de Su presencia, los cuales tienen el encargo más sagrado, abundan en la atmósfera espiritual de la Mente y, por consiguiente, reproducen sus propias características”.Ibid., pág. 512.

Me gusta pensar que las palabras de Cristo Jesús traen mensajes angelicales, tanto para mí como para cualquiera que las escuche y medite en ellas. Por ejemplo, Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10. Esto ciertamente revela un mensaje de Dios, la Mente divina, y es un hecho que está tan presente y es tan real ahora como lo era entonces. El mensaje de Dios para nosotros, que contrarresta la creencia en enfermedad y muerte, es que la Vida divina es abundante y que el hombre es la expresión de la Vida. Cuando abrigamos esta maravillosa verdad en la consciencia y nos aferramos a ella, cedemos a ella, descubrimos que reproduce sus propias características en nuestra experiencia actual.

Dios, la Mente divina, es todo el bien. Sus pensamientos son todos buenos, mensajes angelicales puros y perfectos, que nos llegan continuamente. Tan solo debemos estar quietos y recibirlos.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / marzo de 1998

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.