En la lluvia, debajo del cielo plomizo
o con un sol brillante,
está mi Dios, mi mejor y más íntimo amigo.
Él y yo somos uno, no dos,
Él sabe cuan cercano estoy de Él,
nos comprendemos.
Con mi mejor amigo no necesitamos
palabras para comunicarnos.
Él ya sabe lo que está en mi corazón,
y yo siento Su consoladora presencia.
No se trata de acercarme a Él
O desear de ser uno con Él;
Es saber que somos uno,
Porque Dios es mi mejor y más íntimo amigo
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