Para mí, Abigail es la mujer que ayudó a que un hombre fuera rey. Véase 1 Sam. cap. 25. Durante la época en que David era un fugitivo, escondiéndose de Saúl en los montes de Judea, sus hombres a menudo se encontraban con los hombres de Nabal, quien mantenía sus rebaños en los mismos montes. David y sus hombres respetaban a los pastores y a las ovejas, es más, hasta ayudaban a protegerlos. Cuando llega el momento de esquilar las ovejas, y traen provisiones para los esquiladores y para celebrar, David manda a pedir a Nabal comida para sus hombres. De acuerdo con las costumbres de la época, Nabal debía estar agradecido por la protección que sus hombres y su propiedad habían recibido de David, y debía enviarle comida. Pero Nabal rechaza con rudeza la petición de David.
David se enfurece y sale con sus hombres a vengarse del insulto y a matar a Nabal. Estas noticias llegan a casa de Nabal, y cuando uno de los jóvenes informa a Abigail su esposa que David se aproxima, le cuenta también que éste había hecho su petición muy cortésmente, lo cual le dejó una buena impresión de David.
A Abigail se la describe como hermosa e inteligente. Y, por cierto, era sabia, porque junta una gran cantidad de víveres y va a apaciguar a David. Este fue un acto de gran valor: contradecir la decisión de su esposo, darle de sus provisiones a otro hombre, y tener un encuentro cara a cara con David. Su estrategia da resultado.
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