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La espiritualidad en la Biblia

Para celebrar el Mes de la Historia de la Mujer en los Estados Unidos, el Heraldo ofrece esta tercera entrega de un estudio, en cuatro partes, sobre las mujeres de la Biblia y otras mujeres inspiradas por los modelos femeninos que se encuentran en las Escrituras. En el número anterior vimos a María la hermana de Aarón, Ana y Rut. Este segmento continúa con otras mujeres de la Biblia, y con algunas mujeres contemporáneas que han sido inspiradas por la Biblia.

Mujeres de la Biblia: Retratos de nuestra herencia

Tercera parte

Del número de marzo de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Para mí, Abigail es la mujer que ayudó a que un hombre fuera rey. Véase 1 Sam. cap. 25. Durante la época en que David era un fugitivo, escondiéndose de Saúl en los montes de Judea, sus hombres a menudo se encontraban con los hombres de Nabal, quien mantenía sus rebaños en los mismos montes. David y sus hombres respetaban a los pastores y a las ovejas, es más, hasta ayudaban a protegerlos. Cuando llega el momento de esquilar las ovejas, y traen provisiones para los esquiladores y para celebrar, David manda a pedir a Nabal comida para sus hombres. De acuerdo con las costumbres de la época, Nabal debía estar agradecido por la protección que sus hombres y su propiedad habían recibido de David, y debía enviarle comida. Pero Nabal rechaza con rudeza la petición de David.

David se enfurece y sale con sus hombres a vengarse del insulto y a matar a Nabal. Estas noticias llegan a casa de Nabal, y cuando uno de los jóvenes informa a Abigail su esposa que David se aproxima, le cuenta también que éste había hecho su petición muy cortésmente, lo cual le dejó una buena impresión de David.

A Abigail se la describe como hermosa e inteligente. Y, por cierto, era sabia, porque junta una gran cantidad de víveres y va a apaciguar a David. Este fue un acto de gran valor: contradecir la decisión de su esposo, darle de sus provisiones a otro hombre, y tener un encuentro cara a cara con David. Su estrategia da resultado.

Ella se postra delante de David, le muestra cómo Dios lo estaba ayudando, le indica que sus intenciones le servirían a sus enemigos porque sería culpable de derramar sangre al vengarse por sí mismo, en vez de dejarle la venganza a Dios, en cuya justicia siempre podemos confiar. Ella le dice a David: "No te vendrá calamidad alguna mientras vivas. Si alguno te persiguiere o tratare de tomar tu vida, el Señor tu Dios envolverá tu vida y la guardará con su propio tesoro..." 1 Sam. 25:28, 29 (traducción de la Biblia The Standard Revised Bible). David reconoció la sabiduría de las palabras y acciones de Abigail. Él bendice a Dios por haberla enviado y le pide que la bendiga.

Al día siguiente, cuando Nabal está sobrio, Abigail le cuenta lo que ha hecho. Este fue otro valeroso acto de esta mujer. Después de escuchar a Abigail, Nabal sufre un ataque y muere a los diez días. David entonces le propone matrimonio a Abigail y ella acepta. A veces me pregunto qué hubiera ocurrido si Abigail no hubiese evitado que David matara a Nabal y a toda su casa, tal vez no hubiera llegado a ser rey de Israel. El espíritu que la guió a tomar la iniciativa los salvó a todos.

Quinientos años más tarde encontramos a la quinta mujer de nuestra historia. La conversación entre Jesús y la mujer de Samaria constituye uno de los más extensos diálogos del Evangelio según San Juan. Véase Juan 4:3–42. Hubo trece intercambios de palabras entre ellos. ¿Por qué estaba Jesús en Samaria? Desde el punto de vista de Juan, era parte del plan divino mostrar que el Mesías vino no sólo a Israel sino también a aquellos que eran odiados y despreciados por los judíos.

Si nos guiamos por el texto podemos asumir que Jesús fue al pozo porque tenía sed. Véase Juan 4:6. Otra opinión es que esto no fue más que un truco. Lo que él buscaba en realidad era alguien que reconociera al Mesías y le trajera la gente del pueblo. Lo más sorprendente es que quien respondió fue una mujer. Ella estaba sorprendida porque un hombre judío no podía iniciar una conversación con una mujer desconocida, ni tampoco podía un maestro judío conversar con una mujer en público. Además, los judíos no tenían relaciones con los samaritanos, como la misma mujer indicó rápidamente.

A la mujer le intrigó la promesa de Jesús de que le daría agua viva. Pero no es sino hasta el versículo 15 que la mujer empezó a darse cuenta de que el agua viva de Jesús haría más que calmar físicamente su sed. A veces se compara a esta mujer, que abrió su pensamiento a las enseñanzas de Jesús y estuvo dispuesta a dialogar con él, con Nicodemo, quien lo escuchó maravillado pero no comprendió su mensaje.

Cuando Jesús le relata a ella la verdad acerca de suvida, ella declara que él es un profeta y le pregunta cuál es el lugar adecuado para adorar, el Monte Gerizim o Jerusalén. La discusión teológica se profundiza, y poco después Jesús anuncia que él es el Mesías que ella y todos esperaban.

La conversación es interrumpida cuando regresan los discípulos, que habían ido a buscar comida. Ellos se escandalizan porque Jesús le habla a una mujer. Mientras tanto la mujer deja su cántaro de agua. El pozo ya no estaba en su pensamiento. Se va a la ciudad a dar testimonio del mensaje de Jesús. Como testigo, ella hizo tres cosas: invitó a la gente del pueblo diciendo "Venid, ved a un hombre..."; ofreció su propia experiencia como base de su testimonio; y preguntó si no sería Jesús el Mesías. Jesús aprovecha la ausencia de la mujer para enseñarles una lección a sus discípulos. Ellos quieren darle de comer. Él les asegura que su trabajo es su alimento y que la cosecha de su trabajo estaba a su alcance si ellos la reconocían. Debido al testimonio de la mujer la gente del pueblo va a escuchar a Jesús, y ellos también quedan convencidos. Véase The New Interpreter's Bible, Vol. IX (Nasville, Tenn.: Abigdon), pág. 563.

A menudo a esta mujer se la considera inmoral. Pero no se sabe con seguridad si lo fue. De acuerdo con las costumbres de su época, hay razones lógicas por las que pudo tener más de un marido. ¿Pero por qué estaba sola? Normalmente las mujeres iban al pozo de agua en grupos. ¿Era rechazada por otras mujeres? Debido a su situación, es posible que fuera la única mujer capaz de hablar con Jesús. Ella estuvo dispuesta a hacer lo que los discípulos de Jesús rehusaban hacer, dar testimonio del Mesías. El espíritu que manifestó la samaritana nos advierte que no debemos juzgar a aquellos que poseen un espíritu receptivo al Cristo.

Las otras dos mujeres que queremos destacar aparecen en el mismo texto. ¿No le han dicho alguna vez: "Tienes que ser como María y no como Marta"? A María se la presenta siempre como la persona ejemplar.

Estas dos hermanas, al igual que su hermano Lázaro, eran amigas de Jesús. Las encontramos primero en Lucas, donde María, sentada a los pies de Jesús, escucha sus enseñanzas, y Marta se ocupa de los quehaceres de la casa. Debido a que Marta le pide a Jesús que le diga a María que la ayude, Jesús le dice que María ha escogido "la mejor parte", Lucas 10:42 (traducción de la Revised Standard Version of the Bible). a Marta no se la aprecia mucho.

Pero quisiera decir algo a favor de Marta. Cuando Jesús le dijo, "Marta, Marta, te preocupan y te distraen muchas cosas",Ibid., versículo 41. para mí es como si le dijera "¡Marta, Marta tranquilízate! Con un plato es suficiente para la cena, no necesitamos diez".

En el capítulo 12 de Juan, donde Jesús de nuevo está de visita, se nos presenta otro cuadro de las dos hermanas. Marta atiende a los invitados; María entra con un recipiente lleno del costoso aceite de nardo y le unge los pies a Jesús. Es claro que las dos hermanas son diferentes. Marta, la hermana mayor, está a cargo de la casa. Ella es pragmática, la que hace las cosas; de María, su hermana menor, no se espera que se dedique a la vida doméstica del mismo modo. No sabemos a ciencia cierta. Ella parece ser una persona sensible, quizás un poco soñadora, que tiende a reflexionar.

Se percibe un contraste más fuerte entre Marta y María cuando muere su hermano Lázaro. Véase Juan, cap. 11. Cuando él enferma mandan a buscar a Jesús y es Marta la que sale al encuentro de Jesús antes de que llegue al pueblo. María se queda en la casa llorando, siendo consolada por sus amigos. Es Marta también la que confiesa: "Sí Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que ha de venir al mundo". Juan 11:27 (traducción de la New Revised Standard Version of the Bible). María sólo se acerca a Jesús cuando él la llama.

¿Es acaso preferible la naturaleza de una de las hermanas sobre la otra? Valoramos el espíritu que cada una de ellas manifiesta, y no consideramos que una sea mejor que la otra.

¿Existe un vínculo espiritual entre las experiencias de estas mujeres y otras que vivieron en diversas épocas, y nosotros hoy en día? Creo que sí. Creo que, como estos ejemplos comprueban, la espiritualidad es una cualidad que va más allá del ser individual, más allá de lo físico, es otorgada por el Espíritu, Dios, y encuentra expresión en nuestros sentimientos y acciones.

¿Habrá otras mujeres, aparte de las que aparecen en la Biblia, que hayan compartido la herencia de las mujeres bíblicas? Aparte de la Biblia, la Iglesia mantiene el único otro expediente de las actividades espirituales de las mujeres. Pero el siglo XIX en particular está lleno de ricos ejemplos de mujeres que por sí solas hicieron contribuciones que se sintieron más allá de los recintos de las iglesias. Para algunas, la Iglesia era todavía su base de operaciones.

Clara Barton, la filántropo estadounidense, fue maestra a principios de su carrera, y estableció escuelas gratuitas en el estado de New Jersey. Su trabajo humanitario relacionado con la Guerra Civil de los Estados Unidos y la Guerra francoalemana está muy bien documentado. Por medio de su gran esfuerzo se fundó la Cruz Roja, y ella es responsable de la enmienda de sus estatutos, estableciendo que debe servir a víctimas de desastres en tiempos de paz tanto como a las víctimas de guerras.

Florence Nightingale, la gran humanitaria británica, sirvió en forma tan destacada en la Guerra de Crimea, que después de la guerra pudo usar fondos recaudados en su honor para abrir escuelas de capacitación para enfermeras profesionales. Por medio de su gran labor fue que el trabajo del enfermero se elevó de una simple ocupación sin entrenamiento, a una profesión médica con elevadas normas educativas e importantes responsabilidades.

Lucrecia Mott fue muy prominente en la Society of Friends (sociedad de amigos). Con su esposo ayudó a organizar la American Antislavery Society (sociedad estadounidense contra la esclavitud), y con él fue delegada oficial a una conferencia internacional en Londres, Inglaterra, contra la esclavitud. Debido a que era mujer, a Lucrecia no se le permitió participar en la conferencia. Subsecuentemente dedicó su tiempo y energía al movimiento en pro del sufragio femenino. Por el resto de su vida viajó mucho, participando en reuniones y convenciones sobre los derechos de la mujer, la temperancia y el establecimiento de la paz universal.

En el movimiento en pro del sufragio encontramos a Elizabeth Cady Stanton, Julia Ward Howe y muchas más. El gran trabajo abolicionista de Harriet Tubman ocurrió durante esta época. Esta fue también la época de Ellen White, quien ayudó en la fundación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y de Mary Baker Eddy, Descubridora y Fundadora de la Christian Science.


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