El Estudio de la Christian Science me ha enseñado que Dios, el Amor que todo lo provee, nunca permite que Sus hijos sufran escasez. Él nos trae abundancia, salud y el gozo de la vida que nunca podemos perder. Mi familia y yo lo comprobamos durante una prueba que tuvimos que enfrentar.
Hace un tiempo en Puerto Rico comenzó a haber escasez de agua. Los pozos se estaban secando y el gobierno tomó la justa decisión de racionar el agua; nos daban agua cada treinta y seis horas. Yo tengo un salón de belleza donde se utiliza mucha agua para lavar el cabello y mantener limpios los servicios, de modo que me pasaba el tiempo llenando bidones y más bidones de agua.
El agua había que irla a buscar, porque no circulaba de forma corriente. El gobierno consideró que esta forma de distribución haría que nos durara unos meses más.