Esta Frase que aparecía en el letrero de una tienda, me llevó a pensar en lo que realmente es el ingreso.
Generalmente se piensa en el ingreso en relación al sueldo, sin embargo, es mucho más que eso. Todos tenemos un ingreso espiritual que Dios nos da, y que consiste en la abundante y constante provisión de buenas ideas procedentes de la Mente divina.
Si pensamos en el ingreso sólo en términos de dinero, nuestra vida estará dirigida y limitada por lo que aparezca en nuestro estado de cuenta bancario. Parecería que para tener un mejor nivel de vida necesitamos más dinero, es decir, más materia; pero lo que realmente necesitamos es estar atentos y escuchar las ideas que nos está enviando Dios. En otras palabras, nuestra verdadera necesidad es comprender mejor nuestra relación con Dios, el Amor divino, y ver lo que ya nos está dando. Al utilizar las ideas que vienen de Dios, veremos que son satisfechas nuestras necesidades humanas en cuanto al alimento, el hogar o el empleo. Aun cuando no tengamos ni un centavo, hay una idea correcta de Dios que satisface nuestras necesidades.
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