Cuando Asistía a la universidad y era miembro de una organización de la Christian Science, descubrí un poema que habían puesto en la puerta en nuestra sala de reuniones. Decía:
Unos querrán ser cristal tallado
y brillar como el arco iris;
Yo quiero ser cristal de ventana
y que el sol brille a través de mí.
Un cristal claro, un cristal limpio,
eso quiero ser,
sin tener que preocuparme por
el temperamento y
la personalidad.
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