Para Mejorar nuestras relaciones con los demás, no es necesario saber cómo un mortal se relaciona mejor con otro mortal, sino abandonar los limitados conceptos que tenemos de nosotros, de nuestros vecinos y de nuestra situación, y descubrir nuestro verdadero ser inmortal, que es la imagen y semejanza de Dios. El primer capítulo del Génesis en la Biblia, me ha ayudado a ver con claridad la relación indestructible que existe entre Dios y el hombre.
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