Una Tarde, hace aproximadamente un año, tomé un curso de escritura para prepararme para enseñar a escribir a mis nuevos alumnos de primer grado, cuando comenzaran las clases en el otoño. Fue entonces que noté que mi brazo derecho estaba bastante tieso, y que un hueso del hombro estaba fuera de lugar. En varias ocasiones sentí mucho dolor en el brazo, y no podía usarlo normalmente. A pesar de mis oraciones, cuando empezaron las clases sólo podía levantar el brazo parcialmente. Por lo tanto, pedí a un practicista de la Christian Science tratamiento por medio de la oración.
El himno N° 148 del Himnario de la Ciencia Cristiana me consoló y calmó mi temor, dado que yo pensaba que sufría las consecuencias de haber levantado mucho peso en forma incorrecta o que podía tener algo realmente serio. El primer verso dice
“No teme cambios mi alma
si mora en santo Amor;
segura es tal confianza,
no hay cambios para Dios.
Si ruge la tormenta
o sufre el corazón,
mi pecho no se arredra,
pues cerca está el Señor”.
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