Antes De Conocer la Christian Science, tenía muchos problemas, financieros, de relación, etc. Pero el problema más grande que tenía era el HIV [virus que produce el SIDA]. Mi esposa había muerto de esta enfermedad hacía unos meses, y ya nos habían dicho que mi hija y yo moriríamos muy pronto.
Me seguí esforzando por interpretar la Biblia espiritualmente como la única manera de resolver los problemas que tenía. A menudo pasaba mi tiempo libre sintonizando muchas estaciones de radio. Un día sintonicé por primera vez El Heraldo de la Christian Science que se transmite por onda corta. Después de escuchar este programa, escribí de inmediato pidiendo que me enviaran Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. La primera transmisión de radio que escuché me trajo mucho consuelo, porque aprendí que la enfermedad no es real, y no viene de Dios. Algunas personas en mi país piensan que el SIDA es la manera que tiene Dios de castigar a los pecadores. Yo siempre me había preguntado: ¿Cómo puede Dios, el Amor, castigar a Su hijo inocente?
Cuando comencé a leer Ciencia y Salud por primera vez, sentí el deseo de leerlo todo. Paso a paso, comencé a progresar. Aprendí que pertenezco a Dios, por más que el mundo crea en la fuerza del mal. Comencé a orar, viendo que mi hija y yo éramos puros y sanos, y comprendiendo que estábamos formados por las cualidades que Dios da, como amor, inteligencia, belleza, armonía, honestidad, alegría, fortaleza y libertad. Seguí viendo que vivimos en Dios, el Espíritu, expresando estas cualidades, no vivimos en la materia. No somos mortales, sino los hijos de Dios.
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