Depresión.
Hendidura profunda.
El temor te empujó
y caíste, Jacob, caíste.
Pero el ángel y la lucha te estaban esperando.
El ángel:
la presencia de la Verdad.
La lucha:
instancia previa
esfuerzo de comprensión
del Ego tan anhelado, que está tan cerca.
Y lo lograste, Jacob, lo lograste,
porque el alba iluminó tu conciencia.
Y subiste comprendiendo
que en todo lugar está Dios
y que en todas partes un hermano nos espera.
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