ESPIRITUALIDAD
¡Los felicito! El Heraldo para Teens 2000 ha sido todo un éxito. Me dio mucha inspiración. Me encantó especialmente la lectura las secciones "Nuestro parecer" y "Espiritualidad" porque están escritos por jóvenes.
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desde Brasil
El número para teens del año 2000 me gustó muchísimo. Me ha dado muy buenas ideas. Mis artículos favoritos fueron los que hablaban de diferentes religiones. Me encantó. Me sorprendió ver cuánto se parece mi manera de pensar a la de tantas otras personas. Espero que haya otros números para jóvenes. ¡Son estupendos!
Old Greenwich, Connecticut,
EE.UU.
Somos un grupo de Científicos Cristianos de 16 y 17 años que vivimos en Ginebra. Nos ha maravillado ver la cantidad de artículos en el número para teens que proceden de diversas partes del mundo. También nos interesó mucho la apertura a otras formas de pensar, al incluir la opinión de una chica judía, una metodista, un musulmán y una científica cristiana. Fue muy interesante ver que, en el fondo, cada uno de ellos estaba recurriendo al mismo Dios, y buscando soluciones espirituales — aunque con diferentes puntos de vista — especialmente en una época donde en varios países de mundo hay conflictos debido a cuestiones religiosas.
Ginebra, Suiza
He leído su último Heraldo para Teens y la verdad es que me pareció fantástico. Mis padres son miembros de la Iglesia [de la Christian Science] aquí en Lima. Y yo he comenzado a ir a la Iglesia para conocer más esta Ciencia.
Correo electrónico desde Perú
Me encantó el Heraldo para Teens del año 2000. Realmente aprecio el pensamiento honesto y devoto que se ve en todos los artículos. Además parece muy natural y es muy inspirador escuchar las voces de hermanos y hermanas prácticamente todo el mundo. Me llevó varios días leer toda la revista, y como resultado tuve algunas curaciones.
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Arizona, EE.UU.
NO HAY DIFERENCIA DE EDAD
Un miércoles por la noche, cuando salíamos de la iglesia, mi esposo resbaló en unos escalones, se cayó y por unos momentos perdió el conocimiento. Lo ayudamos a ponerse de pie, y vimos que tenía varias heridas profundas en la cabeza. Un Científico Cristiano que estaba allí inmediatamente oró por él, y también sentimos los pensamientos de amor con que nos apoyaban las otras personas presentes.
Algunos familiares nos acompañaron a casa, y nos ayudaron a limpiar y vendar sus heridas. Aun después de que se fueron me sentía conmocionada por lo que había ocurrido. Entonces recordé el Heraldo que habíamos recibido esa mañana, pero cuando lo vi, era el número para teens, y me sentí decepcionada. Pensé: "Los problemas de los jóvenes no me van a ayudar en esta situación". No obstante, empecé a leerlo, y bueno, ilo leí hasta el final!
Me sentí tan agradecida por la sinceridad y el valor con que esos jóvenes estaban enfrentando do sus problemas. ¡Esos jóvenes tenían tanta convicción y eran tan convincentes! La alegría y el sentido del humor en sus narraciones les daban ánimo. Y me di cuenta de que no había diferencia de edad porque los problemas de los jóvenes no son muy diferentes a los de la gente mayor, y la solución es la misma: el poder de Dios actuando en nuestra vida.
Mi esposo pasó una noche tranquila. Al día siguiente, varias heridas ya habían cerrado a los ocho días la curación era completa. Y yo había aprendido una buena lección.
París, Francia
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