Exponer conceptos espirituales, incluso los de naturaleza universal, puede ser más difícil cuando se trata de nuevas culturas, leyes e idiomas. En este segundo segmento de la serie sobre el Centenario de El Heraldo de la Christian Science, hablaremos sobre la labor de aquella recién consolidada Iglesia de Cristo, Científico, para comunicarse con una cultura diferente y en un idioma diferente, y la respuesta que tuvieron los adherentes rentes de habla alemana a esa labor. En aquel momento deben de haber surgido muchas preguntas. ¿Acaso una organización religiosa tenía nacionalidad? ¿Era la Christian Science un movimiento religioso estrictamente estadounidense, o un movimiento religioso mundial? Y si era mundial, ¿cómo podría la institución que la representa hablar mejor con la gente fuera de los Estados Unidos?
En 1889, un practicista de la Christian Science de Minnesota le escribió a Mary Baker Eddy sobre algunos de sus pacientes que eran inmigrantes alemanes. Le preguntó si se podría traducir al alemán “una parte considerable” de los textos publicados, para darles a esas personas algo para leer en su propio idioma. Carta, de John F. Linscott a Mary Baker Eddy, 10 de febrero de 1889. La Sra. Eddy era muy cautelosa en lo que a traducciones se refiere. Ella había dedicado muchos años de su vida para encontrar las palabras adecuadas en su propia lengua, por lo que la decisión de hacer una traducción requería de profunda reflexión. No obstante, un año después, La Sociedad Editora de la Christian Science publicó un folleto básico en alemán sobre el estudio y la práctica de la Christian Science. Y en 1892 y 1893 se publicaron otros materiales. “The Way to Begin in Christian Science” fue publicado en 1890, “There is Rest and Peace on Earth” y “Freedom” en 1892, y “Practicability of Christian Science” en 1893.
Ese esfuerzo planteó la posibilidad de traducir la obra principal de la Sra. Eddy, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, a otros idiomas. Una de las primeras personas que le pidió permiso para hacerlo fue Bertha Günther-Peterson, de Hannover, Alemania. La Sra. Günther-Peterson era hija de un destacado médico alemán, y una dama muy culta. Ella había conocido la Christian Science a través de la curación de Marie Schön, una amiga alemana que vivía en Minneapolis, Minnesota.
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