Me gusta mucho el programa radial del Heraldo. Ya hace casi un año que lo vengo escuchando, pero con un poco de dificultad, ya que algunos días hay mucha interferencia.
Les cuento que ya escribí dos cartas y no tuve respuesta. Pero no me doy por vencida porque en esos mismos programas aprendí a tener paciencia y a no bajar los brazos, pues Dios nos da todo lo que queremos y necesitamos. Yo necesito de esta Ciencia.
Aunque yo era cristiana no conocía la Verdad. Pensaba que la vida estaba llena de fracasos y sufrimientos, que era una cruz que tenía que llevar. Y con sólo escuchar los programas, mi vida cambió porque aprendí que tenía que pensar diferente. Pensaba que Dios me castigaba por los pecados de mis antepasados, o que Dios no me quería, que Él sólo favorecía a algunas personas, mientras que otras tenían que sufrir.
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