Casi siempre lo paso escuchando, observando y maravillándome de la naturaleza. Prácticamente toda la vida silvestre, pájaros, ranas, insectos, serpientes y plantas, me ha interesado desde que tengo memoria. No importa si se trata de una marmota dorada que lanza su gruñido desde una gran roca en las Montañas Rocosas, o una paloma que construye su nido en la cornisa de un edificio en Nueva York. Cualquier animal salvaje o planta que se te ocurra, tanto viva en el parque de una ciudad, en las praderas, en las las montañas o en una selva tropical, atrae mi atención.
Las especies silvestres y los lugares donde viven también me hacen sentir cerca de Dios.
En una reserva forestal cerca de donde vivo, hay un pantano que me encanta visitar. A sus orillas crecen eneas, juncos y otras plantas. Pájaros diminutos y mirlos de alas rojas construyen sus nidos en los árboles del lugar. Su canto se escucha por todos lados durante toda la primavera y el verano. A veces, cuando me quedo muy quieta para escuchar su coro de voces, pasa nadando al lado mío un ratón almizclero. O una tímida codorniz, que no se percata de mi presencia, sale despacio de entre los juncos y sumerge su pico en el agua para desaparecer rápidamente en la selva.
¿Has estado alguna vez parado junto a una laguna y has observado cómo las ranas parece que se cuelgan de la superficie del agua mostrando tan sólo los ojos y la parte de arriba de sus cabezas?
Las golondrinas gorjean y vuelan por el aire en elegantes arcos en su búsqueda de insectos. En el medio de la laguna, las grandes garzas azules refrescan sus patas en el agua o se posan en ramas rotas de viejos árboles. Las libélulas de color verde y rojo se mueven de un lado a otro. A veces se detienen para descansar en la hoja de una enea. En la primavera miles de renacuajos se mueven rápidamente en las aguas de la orilla. Y en el verano, ranas de diversas variedades saltan en todas direcciones cuando me acerco.
Me encanta este lugar. Siempre siento que estoy en compañía de amigos maravillosos, amigos con plumas, piel velluda, antenas y cabezas aterciopeladas. Cuanto más tiempo paso con los ratones almizcleros, las garzas, las ranas, las eneas y los juncos, más los conozco. Sus cantos, sus movimientos y su belleza causan en mí una alegría y admiración muy especial.
Puedo ver que hay un plan general en este pantano. Las diversas especies se reúnen como piezas de un rompecabezas para formar un mundo lleno de color, vida y sonido propios.
Las especies no sólo obran juntas, sino que también se destacan individualmente. El coyote que a veces nos visita siempre me causa admiración por su silenciosa rapidez. La cierva de cola blanca que guía a sus cervatillos a beber al borde de la laguna tiene una belleza y una gracia especial. El algodoncillo del pantano, la escrofularia y la verbena azul agregan rico color y dibujo al pantano. Cada una de estas especies tiene su propia identidad. Juntos expresan la belleza y diseño infinitos de la creación de Dios.
Porque he llegado a conocer y a amar este pantano y sus plantas y vida silvestre, hago todo lo posible para cuidar de él. Trabajo con funcionarios de la Reserva Forestal de mi Distrito, propietaria del pantano, para encontrar maneras de ayudar a que nuestra comunidad comprenda y aprecie lo especial que es este lugar. He llevado grupos de visita y he trabajado con otros para recolectar semillas de las plantas poco comunes y diseminarlas en otros lugares donde han desaparecido. A lo largo de los años he compartido mucho de lo que estoy aprendiendo con estudiantes de nuestras escuelas locales.
¿Te gusta escuchar cantar a los grillos?
He descubierto que muchos niños aman la naturaleza tanto como yo, y quieren hacer todo lo posible para ser buenos administradores o cuidadores de ella. Un chico de 16 años que conozco trabaja para restaurar las tierras pantanosas y otros lugares naturales. Algunas Niñas Exploradoras de nuestra ciudad han aprendido a identificar las plantas nativas de la pradera, y ayudan a recolectar semillas que se usan para hacer más extensas las praderas.
Cada uno de estos chicos, en su propia manera tan especial, refleja el amor y la bondad de Dios. Están haciendo su parte para honrar la creación de Dios aprendiendo y cuidando de la belleza, diversidad y orden del mundo natural.
Alegría. Belleza. Armonía. Orden. Amor. Estas son importantes lecciones que nos enseña la naturaleza. Lo que el amor de Dios nos muestra a ti y a mí y a toda Su creación.
Cuando tenía cuatro años, Greg LeFevre, que hoy tiene 16, vino con su papá un día a visitar a los Ciudadanos en Pro de la Conservación, en Barrington, Illinois. Ellos ayudaron a reunir y plantar semillas para un proyecto de restauración local. Greg continuó viniendo. Le gustaba estar al aire libre y aprender acerca de las plantas y los animales que viven en la pradera. Hace dos años dicha institución le dio a Greg un premio por haber trabajado como voluntario por 10 años.
En los dos últimos veranos Greg ha trabajado como pasante del grupo conservacionista, el más joven que hayan tenido. Les enseña a los voluntarios adultos a reconocer las diferentes plantas y determinar qué especies de semillas tienen que colectar. Le gusta la sensación de haber logrado algo en este trabajo de restauración.
¿Te has preguntado alguna vez cómo los petirrojos pueden hacer un nido perfectamente redondo, siempre del mismo tamaño, de barro y pasto seco, sin tener ninguna herramienta especial?
“Cuando los chambergosChambergos: un tipo de pájaro de prado. comenzaron a hacer sus nidos en la pradera de Grigsby, supe que se estaba transformando en un lugar muy importante. Tiene diversidad y varios microecosistemas, áreas de tierras pantanosas moderadas,Moderadas: que no son muy húmedas (como una laguna) y tampoco muy secas. un poco de sabana, y colinas con pocos pastos azules”.Pasto típico de las praderas. Cuando se le pregunta por qué ha permanecido por tanto tiempo en este proyecto de conservación, Greg responde: “Siento que tengo la responsabilidad no sólo de hacer un trabajo sino de hacerlo por el futuro de la restauración, a nivel local, pero en realidad como ciudadano del mundo”.