Me Siento como en casa”, declaró con una sonrisa, un hombre procedente de la República Democrática del Congo. Y él no era el único que se sentía así. El domingo 2 de junio, un gran porcentaje de las 6.500 personas que se registraron para la Asamblea Anual y Simposio 2002, se reunió después del servicio religioso en la soleada plaza de La Iglesia Madre, en Boston. Fue un momento muy emocionante para algunos. Para otros, significó la alegría de estar entre tantos buscadores espirituales, y de comenzar a explorar juntos los temas que eran profundos y al mismo tiempo oportunos.
Estos buscadores espirituales, que representaban a 53 países en seis continentes, tenían una meta en común: obtener una mejor comprensión de la vida y la obra de Mary Baker Eddy, la descubridora de la Christian Science, para poder responder de forma más adecuada a las necesidades de sus propias comunidades, una vez que retornaran a sus hogares.
Desde el 2 al 5 de junio, las actividades abarcaron varios temas y presentaciones en diferentes lugares, tanto dentro de La Iglesia Madre como en otros sitios. La reunión efectuada el 2 de junio para todos los participantes provenientes de distintas partes del mundo, fue la manera sincera en que La Iglesia Madre les expresó la importancia de cada uno de ellos, cualquiera sea su lugar de procedencia.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!