Estoy viviendo actualmente en Dinamarca. Cuando vine a este país no podía hablar el idioma. Entonces entré en una escuela a estudiar danés. Allí conocí a una muchacha chilena. Conversando con ella le dije que me sentía sola en el Señor, pues soy cristiana desde hace unos dos años, y deseaba encontrar a alguien que me ayudara a mantener mi fe. Ella me comentó que leía una revista [El Heraldo de la Christian Science]. Me la prestó y me impresionaron mucho los artículos publicados. Realmente creo que es muy buena revista. Me encanta leer, y siempre he tratado de tener buenas lecturas, culturales o religiosas, que me ayuden a crecer espiritualmente. Pero esta revista resumía todo lo que estaba buscando. Me sentí muy bien al leerla.
También leo partes del libro Ciencia y Salud cuando voy de visita a la casa de mi amiga; me parece fantástico. Un artículo del Heraldo me ha ayudado muchísimo. En él alguien cuenta cómo superó la muerte de su abuela, y gracias a eso yo pude soportar la pérdida de mis dos abuelas en un año. Yo no estaba en Ecuador cuando murió la madre de mi padre.
Además me impresionó saber que hay mujeres tan valientes que demuestran al mundo que también somos capaces de hacer muchas cosas buenas y que somos un pilar fundamental para la sociedad.
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