He disfrutado seguir el interés que ha suscitado la película “Un día sin mexicanos”. En la misma se plantea lo que ocurriría en California si, de un día para el otro, todos los latinos desaparecieran inexplicablemente. Puesto que la comunidad latina constituye un tercio de la población en California, las consecuencias sociales, políticas y económicas, serían dignas de consideración.
No obstante, en el caso de esta película, una idea y un título original nos dejan un mensaje poderoso que, a mi parecer, nos dice: “No hay nadie que no merezca ser valorado”.
Con la numerosa población hispana que vive hoy en los Estados Unidos, parece muy apropiado que esta película hable de los mexicanos. Sin embargo, este mensaje se aplica también a los panameños, brasileños, canadienses, africanos, y a personas de cualquier otra nacionalidad. Todos tienen mucho con qué contribuir en el país en que se encuentren, así como el derecho a sentirse a gusto dondequiera que vivan.
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