Ayer fui a pararme fuera de la mezquita para un funeral. Nuestro amigo había fallecido repentinamente. Mi esposo, mi hijo y yo estábamos allí para consolar a la afligida familia. Hubo muchos lamentos.
Hacía frío. Estaba lloviendo... mucho. El cielo estaba sombrío. La gente se fue arremolinando en el atrio. Algunos tenían paraguas, otros no. Mi esposo tenía uno y yo también. Llovía. Muy fuerte. Había charcos por todas partes.
En la distancia vi a una amiga musulmana parada totalmente sola. Ella tenía un paraguas. Yo también. Fui a unirme a ella. Deslicé mi brazo en el suyo.