Ayer fui a pararme fuera de la mezquita para un funeral. Nuestro amigo había fallecido repentinamente. Mi esposo, mi hijo y yo estábamos allí para consolar a la afligida familia. Hubo muchos lamentos.
Hacía frío. Estaba lloviendo... mucho. El cielo estaba sombrío. La gente se fue arremolinando en el atrio. Algunos tenían paraguas, otros no. Mi esposo tenía uno y yo también. Llovía. Muy fuerte. Había charcos por todas partes.
En la distancia vi a una amiga musulmana parada totalmente sola. Ella tenía un paraguas. Yo también. Fui a unirme a ella. Deslicé mi brazo en el suyo.
“¿Qué haces aquí sola?”
“Sólo estaba pensando”.
Silencio. No había nadie más cerca. Dos paraguas. Dos corazones. Juntos a la espera. Llovía.
Llegó el momento. Las oraciones brotaron de la mezquita. Se acercaron al ataúd, que ahora yacía afuera sobre un pedestal, envuelto en una bandera turca. Apareció el Imãm.
Él llamó en voz alta: “Allah-u ekber”.
Yo sabía que eso quería decir “Dios es supremo”.
Y nuevamente escuché, “Allah-u ekber”.
No podíamos escuchar la oración que se ofrecía. Llegó un pensamiento angelical.
“Yo sé un verso de un himno. Lo cantamos en mi iglesia. Es muy apropiado para esta ocasión. ¿Te gustaría oírlo?”, le pregunté a mi amiga que estaba junto a mí.
“Bueno”.
Lentamente. Para comprenderlo. Para consolar. Para sanar.
“Al triste llama: Ven a mi pecho,
tu llanto seca el Amor;
tu tristeza borrará,
y feliz te llevará
a la gloria del día sin fin”.1
Lo repetimos juntas. Línea por línea. Lentamente. Con comprensión.
Le dije: “Es el Amor el que seca tu llanto”.
“Yo sé. Es el amor. El amor es la respuesta”.
“Es importante ser bondadoso con todos. Cada día”.
“Espero que haya felicidad en el otro mundo”.
“Estoy segura de que hay alegría allí”.
Silencio. Se agrupan en los charcos. Mirando arriba al cielo.
Cuatro minaretes apuntando hacia lo alto. Dos corazones unidos en amor. Consolados. Sanados.
Terminó la ceremonia. Nos abrazamos. Nos besamos. Partimos. Sin lágrimas. Sólo Amor.
1 Himnario de la Christian Science N° 298, letra de Mary Baker Eddy.