Desde pequeña me han inculcado el amor a Dios y que Dios es Todo-en-todo. Por eso, cada vez que me sucede algo oro para que el temor no entre por ningún lado.
Les voy a contar un testimonio que marcó mi vida y una vez más me dio a entender la importancia de tener fe en Dios para obtener buenos resultados.
Un domingo, cuando Ilegué de la Iglesia, mi abuela estaba con un fuerte dolor de cabeza y no se le aliviaba con nada. Como también cree en Dios y conoce la Ciencia Cristiana, me pidió que orara por ella. Ese día dormí en su habitación y me pasé la noche orando. Pensé que mi abuela era la hija perfecta de Dios y que Él está con nosotros todo el tiempo, y que como Su amor está en todas partes Él no podía permitir que le doliera la cabeza. Nuestro Padre-Madre Dios es bueno y nunca manda nada malo. Por la madrugada le pregunté si se le había quitado y me dijo que había sido algo asombroso. En un momento, tenía un dolor muy fuerte y de pronto se le quitó. Entonces, le dije que esto había sido obra de Dios.
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