Desde la antigüedad, la humanidad ha pasado por etapas de ignorancia y de sabiduría. Así fue como durante siglos, científicos y sabios afirmaron categóricamente que la Tierra era el centro del universo y que la estrella Ilamada sol daba vueltas alrededor de ella. La tenacidad de esa creencia era tal que todo aquel que planteaba lo opuesto y decía que en realidad es la Tierra la que gira alrededor del sol, era ridiculizado e incluso amenazado. Era un riesgo declarar la verdad.
Asimismo, por largo tiempo se veneró la creencia de que existían numerosos dioses, como sostenían las civilizaciones greco-romana y egipcia. Pasaron muchos años hasta que Abraham declaró su lealtad a un solo Dios y siglos más para que la humanidad comenzara a cambiar sus antiguas creencias. Tener a ese único Dios, o Amor divino, fue un gran salto espiritual el cual Cristo Jesús ilustró con el ejemplo de su vida y obra. Hoy, la Ciencia Cristiana expande el significado de Dios cuando le atribuye términos como Principio, Mente, Vida, Verdad, Espíritu y Alma.
Pienso que el Big Bang —cuyo modelo simboliza que el universo se expandió de un estado denso y caliente, que todavía hoy sigue expandiéndose— es uno de los dioses modernos que enfatiza y da preponderancia a la materia como creadora del universo.
Mary Baker Eddy escribe: "El universo, lo mismo que el hombre, debe ser interpretado por la Ciencia desde su Principio divino, Dios, y entonces puede comprenderse; pero cuando se explica sobre la base del sentido físico y se representa como sujeto a desarrollo, madurez y decadencia, el universo, lo mismo que el hombre, es, y tiene que continuar siendo, un enigma". Ciencia y Salud, pág. 24.
En mi caso, a medida que he estudiado más la Ciencia Cristiana, he ido comprendiendo que Dios es Espíritu, la Mente infinita que creó y sostiene todo el universo espiritualmente, y que este universo está compuesto por ideas perfectas, de modo que tanto las galaxias como el bello sol, el mar, las flores, los animales y todos nosotros, somos ideas útiles y armoniosas.
El estudio de la Biblia y Ciencia y Salud fue de esencial importancia para crecer espiritualmente y poder ver cómo es que el pensamiento inspirado por el Amor divino nos permite ver más allá de las creencias de que la materia es todo. También nos permite ver cómo los pensamientos materialistas quisieran controlar nuestra vida. Mary Baker Eddy, quien descubrió la Ciencia Cristiana, hace ver al lector de su obra Ciencia y Salud que la enfermedad es mental, un pensamiento exteriorizado. Véase ibíd., págs. 176 y 188.
Necesitaba confiar totalmente en que Dios resolvería mi situación.
El hecho es que cuando albergamos temores, por ejemplo, éstos pueden Ilegar a tener un efecto visible a los sentidos. Para Job en la Biblia esto Ilegó a ser bien claro cuando dijo: "me ha acontecido lo que yo temía". Job 3:25.
En el caso de nuestro cuerpo, es lo que guardamos en el pensamiento lo que hace que experimentemos malestares. Pero la verdad es que al vernos como la imagen y semejanza misma de Dios, como la Biblia asegura que Él creó al hombre, podemos experimentar salud, que es nuestro estado natural y correcto.
Pensar de este manera me permite ver que la materia no es auto creadora y, por ende, nuestra salud y bienestar no dependen de una composición genética, sino del entendimiento espiritual que tengamos acerca de Dios y de nosotros mismos.
A lo largo de mi vida he tenido muchas muestras del poder de Dios, a veces en circunstancias que parecían imposibles de resolver. En una ocasión estaba trabajando en un empleo donde aprovechaban todos mis conocimientos y me pagaban muy poco. Me sentía muy desalentada y deseaba jubilarme, pero aunque tenía muchos años de servicio, no tenía la edad necesaria. Entonces decidí pedir ayuda a una practicista de la Ciencia Cristiana para que me ayudara, orando conmigo y yo pudiera percibir la dirección divina. Ella me dio a leer este pasaje de Ciencia y Salud: "Así como los hijos de Israel fueron guiados triunfalmente a través del Mar Rojo, el oscuro flujo y reflujo del temor humano —así como fueron conducidos a través del desierto, caminando cansados por el gran yermo de las esperanzas humanas, en espera del goce prometido— así la idea espiritual guiará todos los deseos justos en su jornada de los sentidos al Alma, de un concepto material de la existencia al espiritual, hasta alcanzar la gloria preparada para los que aman a Dios". Ciencia y Salud, pág. 566.
Al principio me sorprendió que me hubiera dado a estudiar este pasaje, pero poco a poco vi que necesitaba confiar totalmente en que Dios resolvería mi situación, en lugar de preocuparme y enojarme por la injusticia que sentía estar viviendo. El resultado fue que finalmente logré jubilarme, y no sólo eso, también noto que ha mejorado mi carácter.
Con el tiempo he aprendido que es muy bueno dejar de pensar en teorías que por tanto tiempo hemos aceptado, y que en muchos casos nos han traído sufrimiento, y volver nuestro pensamiento a Dios y Su creación perfecta, Ilena de Su verdad.
El Apóstol Pablo nos exhorta: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo... que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer". 1º Corintios 1:10. Y más adelante dice: "Porque ¿quién conoció la mente del Señor?... Mas nosotros tenemos la mente de Cristo". 1º Corintios 2:16.
Cambiar nuestra perspectiva y ver que la inteligencia infinita lo gobierna todo, y dejar que esta idea more en nuestro corazón, transforma la opinión que tenemos de nosotros mismos y del mundo, y nos permite disfrutar con más prontitud de la creación espiritual de Dios.