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Vuelo en formación

Del número de septiembre de 2008 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Ala gente de nueva inglaterra, especialmente aquellos que viven cerca de alguna de las numerosas lagunas que hay en esta zona, les es familiar el graznido de los gansos silvestres. Estas aves vuelan en gran número, formando poderosas bandadas que recorren miles de kilómetros al migrar de norte a sur. Pareciera que es una increíble hazaña increíble de realizar, hasta que uno sabe cuál es el secreto: la formación en V. Al volar estrechamente en este formato aerodinámico, rotando para tomar la posición de guía, las aves pueden aumentar en un 70 por ciento la distancia a recorrer y con mayor eficiencia, que si volaran solos.

La verdadera iglesia mueve a sus miembros y a la humanidad a volar en armonía con Dios.

Esto es muy similar a la Iglesia. Como sanadores, usted y yo podemos obtener muchos más logros juntos que separados. Es increíble la fuerza inspiradora, la libertad, el apoyo mutuo y el poder espiritual que se siente cuando viajamos juntos, cumpliendo con el gran designio que Mary Baker Eddy estableció para su Iglesia en el Manual de La Iglesia Madre.

El Manual establece el curso a seguir del movimiento de la Ciencia Cristiana, ahora y para siempre, para restaurar la curación cristiana original, como Jesús la practicó. Manual, pág. 17. Su contenido nos sostiene como sanadores cristianos —nos ayuda a apoyarnos los unos a los otros— para volar en una formación flexible, rápida, fuerte y unida de sanadores. Cada Estatuto da por sentado que los miembros son sanadores. Que lo que más quieren es utilizar la teología de Ciencia y Salud para confortar y sanar al mundo. Y que están deseando compartir esta Ciencia del Cristianismo porque están convencidos de que el Principio eterno de la curación está al alcance de todo el mundo y que todos, universalmente, pueden aplicarlo con éxito.

De modo que el Manual y la estructura de la Iglesia que delinea, brinda como una enorme sombrilla protectora bajo la cual los estudiantes de la Ciencia Cristiana pueden volar juntos con un propósito espiritual unificado. El Manual también nos da un Pastor, la Biblia y Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, para impartir el ministerio sanador a cada comunidad donde hay una Iglesia de Cristo, Científico. Este pequeño libro también nos brinda la estructura sencilla de una iglesia que abraza a todo el mundo, y que incluye iglesias filiales en 81 países. Nos ofrece una guía para vivir, un sistema completo para la educación espiritual en la curación cristiana, y un conjunto práctico de formas de poder asistir al público a través de los servicios religiosos, las Escuelas Dominicales, las Salas de Lectura, un cuerpo de oradores a nivel mundial, un Comité que interactúa con el público para hablar sobre la Ciencia Cristiana y su fundadora, y las publicaciones de la Ciencia Cristiana, que ahora se presentan en varios idiomas y formatos.

Quizás usted piense: "Las organizaciones y yo no nos Ilevamos bien. Yo actúo solo. A mí me gusta volar libre, independiente de la estructura e interacción social de las corporaciones".

La verdad es que Mary Baker Eddy en una época también se sintió un poco así, especialmente los primeros tiempos después de haber descubierto la Ciencia Cristiana, cuando ella tenía la esperanza de que las principales denominaciones cristianas de alguna forma aceptarían la Ciencia Cristiana y Ilevarían adelante su misión. Pero eso nunca ocurrió. La teología sin compromisos de esta Ciencia —centrada en la totalidad del Espíritu y en la nada de la materia— era demasiado radical para ellos. De modo que con los años, como le escribió a un estudiante en 1888, ella se convenció de que "la Iglesia es nuestro único fundamento seguro para la edificación de la Ciencia Cristiana en las mentes de la comunidad". V01076, 24 de septiembre de 1888, Colección Mary Baker Eddy.

¿Y por qué es la Iglesia esa fuerza sanadora estabilizadora en la "edificación de la Ciencia Cristiana"? Porque su fuente y sustancia son enteramente divinas. La Iglesia es, en definitiva, la "estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él", como explica Ciencia y Salud. Ciencia y Salud, pág. 583.

El hecho es que la Iglesia y la teología sanadora que fomenta, representa la esperanza inamovible de la humanidad de lograr la salvación de los males que enfrenta esta era —pobreza, terrorismo, enfermedades, degradación del planeta, guerras. Eleva el pensamiento del mundo por encima de la materia hacia el Espíritu; del ritual a la inspiración; del pecado, la enfermedad y la muerte hacia la curación. "La Iglesia es aquella institución que da prueba de su utilidad y eleva a la raza humana, despierta al entendimiento dormido de las creencias materiales para que comprenda las ideas espirituales y demuestre la Ciencia divina, y así echa fuera a los demonios, o el error, y sana a los enfermos". ibíd.

Es obvio que esta Iglesia no es un edificio ni un conjunto de bienes monetarios. No es un grupo de mortales, algunos buenos y otros no tan buenos. Esta Iglesia está construida y sostenida en nuestros corazones.

La verdadera Iglesia tiene movimiento. Mueve a sus miembros y a la humanidad hacia adelante, volando en armonía con Dios para que sean sanadores en sus familias y comunidades. Mientras que, si uno vuela solo —independiente de la misión generosa, espiritualizada y revitalizadora de la Iglesia— se tiende a experimentar una pérdida de altitud sanadora. De hecho, la Sra. Eddy en una ocasión le dictó esta "Profecía" a su secretario: "Aquellos que no ayudan a esta iglesia a la larga perderán su poder como sanadores." L13611, 23 de diciembre de 1886, Colección Mary Baker Eddy.

Aún así, si usted ama la Ciencia Cristianan, ya Ileva a la Iglesia, la "estructura de la Verdad y el Amor", en sí mismo. Y está en ella, ya sea que lo sepa o no. Usted ya está elevándose en formación con miles y miles de sanadores que dejan que sus vidas sean impulsadas por el Consolador. Y el mundo siente la diferencia.

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