¡Tienes un smartphone, un celular o una computadora? Si lo tienes probablemente te sientas conectado, fácil de ser localizado y accesible todo el tiempo. Pero si no lo tienes, ¿te sientes aislado o que te falta algo? No te preocupes, no estás solo. La verdad es que nunca estás desconectado de la fuente infinita de todo el bien.
Mary Baker Eddy estableció muchas maneras de mantenerte conectado a esa fuente. El estudio de las Lecciones Biblicas de la Ciencia Cristiana ayuda a conocer al Pastor de la lglesia de la Ciencia Cristiana: la Biblia y el libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras. Además de eso, El Heraldo de la Ciencia Cristiana te conecta con jóvenes Científicos Cristianos de todo el mundo, que aplican esta Ciencia maravillosa y confiable en la vida diaria para obtener curaciones, descubrir su verdadera identidad y encontrar respuestas a sus dudas.
Estar conectado con los pensamientos puros y las verdades espirituales que presenta la Ciencia Cristiana es una fuerza poderosa para el bien, que ayuda a traer paz y soluciones al mundo. Esa conexión también hace que te sientas más estable emocional, mental y físicamente. Cuanto más sientas que eres espiritual y te conozcas de esa manera, más podrás ayudar a los demás.
Cuando estás conectado con el bien, no tienes la sensación de estar desconectado de ti mismo o de tu fuente de salud, energía y felicidad. Esta conexión realmente te ayuda a dar un enfoque a tu vida y a valorar correctamente las cosas. Cuando no te basas en la apariencia física ni en lo que piensan las otras personas, tu amor se vuelve tan espiritual que todos lo sienten. El Amor divino es la razón de tu existencia. El Amor es el origen de la armonía, de todas las cosas buenas que suceden en la vida, así como también de todas las ideas correctas.
El Amor fue lo que impulsó a Mary Baker Eddy a organizar y a establecer la Ciencia Cristiana para toda la humanidad. Ella dio ejemplos de cómo amar de manera grandiosa y humilde. Cuando Eddy era profesora y dirigía un colegio de metafísica, concedió matrículas gratuitas a varios alumnos que deseaban aprender más sobre la curación espiritual y llegar a ser mejores sanadores. Además, cuando daba sus paseos en carruaje o hacía compras, al ver o entrar en contacto con personas que necesitaban curación física, ella las sanaba. Eddy amaba a los niños y a su comunidad. Durante varios años, cuando vivía en Concord, en el estado de Nuevo Hampshire, Estados Unidos, donó muchos pares de zapatos para niños cuyos padres no podían comprarlos. Ese calzado era importante para esos pequeños que tenían que caminar largas distancias hasta la escuela, incluso durante los rigurosos inviernos de Nueva Inglaterra, donde las temperaturas con frecuencia caen por debajo de cero grados centígrados.
Esos son apenas unos ejemplos de lo que te puede permitir hacer el estar conectado con la fuente divina. Cuando la autora de Ciencia y Salud tenía tu edad cal vez ni siquiera pensó que un día podría hacer tanto por su familia, amigos, comunidad y humanidad. No obstante, su pensamiento puro, sus móviles sinceros y el amor a Dios, le abrieron muchos caminos. Ahora imagínate lo que tú puedes hacer. Comienza amándote profundamente a ti mismo, como la expresión del Amor divino. Siente el Amor a tu alrededor y está dispuesto a compartir ese Amor. Busca oportunidades de hacer el bien a otros. Eso hará que te sientas más feliz y hará a los otros más felices también. Estarás conectado las 24 horas del día los siete días de la semana con la fuente infinita y todopoderosa del Amor, con todos a tu alrededor y alrededor del mundo.
