Me encanta la inspiración de nuestras reuniones de testimonios de los miércoles en las Iglesias de Cristo, Científico. ¡Qué sustento más maravilloso en medio de la semana! Las reuniones incluyen lecturas cortas de la Biblia y de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, seguidas de testimonios de curaciones en la Ciencia Cristiana de cualquier persona de la congregación. No se hacen colectas en las reuniones de los miércoles; son un regalo para cada uno de nosotros, una oportunidad de compartir y recibir inspiración los unos de los otros.
La Sra. Eddy escribió de estas reuniones: “Amados hermanos:... Es mi especial deseo que no se hagan colectas monetarias a los presentes en dichas ocasiones.
“Que la invitación a esta dulce reunión sea en las palabras del profeta Isaías: ‘A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche’ ” (Escritos Misceláneos 1883–1896, págs. 148–149).
En todos los servicios religiosos de la Ciencia Cristiana, tanto el domingo como el miércoles, se cantan himnos. Unirse en el canto espiritual unifica a la congregación y nos saca de la tristeza, la autocompasión y la desesperanza, permitiéndonos sentir nuestra alegría natural.
Uno de los poemas de la Sra. Eddy, al que se le puso música en el Himnario de la Ciencia Cristiana, nos recuerda nuestro derecho a “elevarnos y cantar” juntos:
Oh, bajo Tu ala tutelar
seremos en el bien
alondras que se elevan y cantan,
y la misma rama ven.
(Himno 30, traducido literalmente de la versión en inglés por La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana; la versión autorizada de este himno se puede encontrar en el Himnario.)
La oración es parte esencial de cada servicio religioso. La Sra. Eddy incluyó este estatuto en el Manual de La Iglesia Madre: “Las oraciones en las iglesias de la Ciencia Cristiana deberán ser ofrecidas colectiva y exclusivamente en pro de las congregaciones” (pág. 42). Este estatuto nos da a cada uno la maravillosa oportunidad de apoyar a toda la congregación con una oración altruista. Y cada uno de nosotros es apoyado por la congregación en sus oraciones, las cuales pueden resultar en bendiciones individuales. He sentido este apoyo en la iglesia muchas veces.
En una ocasión, me vino una respuesta en una reunión vespertina de los miércoles con mucha claridad y seguridad, después de haber estado buscando trabajo por más de un año. En una semana tuve dos ofertas de empleo (véase “The right job found me” [El trabajo ideal me encontró], Christian Science Sentinel del 20 de mayo de 2002). Ese es el poder de la oración abnegada en nuestros servicios.
Cada uno de nosotros es apoyado por la congregación en sus oraciones, las cuales pueden resultar en bendiciones individuales
Las lecturas de los miércoles en cada iglesia son escogidas por el Primer Lector y tienen un tema diferente cada semana, siempre con un mensaje sanador. Nos recuerdan nuestra inseparable relación con Dios, el Amor divino, y nos aseguran que ningún problema es jamás muy difícil o demasiado insignificante para sanar. La Biblia está llena de curaciones, y Ciencia y Salud explica que esta curación es completamente pertinente y está disponible para nosotros hoy. A veces los temas de las lecturas hablan sobre un problema actual en nuestra comunidad o en el mundo, dándonos verdades espirituales específicas que podemos aplicar al orar para ayudar a resolver el problema.
La segunda mitad de las reuniones de los miércoles es la prueba del poder de la oración; podemos compartir cómo hemos sido sanados en la Ciencia Cristiana y escuchar a otros contar sus curaciones. Es una celebración de las maneras en que la Verdad nos ha bendecido. Expresar nuestra gratitud eleva nuestro pensamiento y nos permite ver incluso más bien en nuestra vida.
¿Crees que no eres tan buen orador como para contar tu curación? La elocuencia no es lo que mejor transmite el mensaje sanador, sino la sinceridad y la convicción. Si hablas con el corazón, tocarás otros corazones. Y tu testimonio puede ser justo lo que se necesita para fortalecer las oraciones de alguien más.
Hace varios años, mientras asistía a una reunión de testimonios de los miércoles en La Iglesia Madre, vi a un muchacho ponerse de pie y decir que había encontrado la Ciencia Cristiana recientemente, y que le había traído muchas bendiciones. Hizo una pausa y entonces gritó: “¿Se dan cuenta ustedes lo que tienen?” Todo el mundo se acomodó un poco mejor en sus asientos, y después del shock inicial de sus gritos, pensé: “¡Pues, sí, me doy cuenta de lo que tenemos!” Nunca olvidaré el poder de sus comentarios, y sin embargo fueron muy simples.
La hermandad cristiana es un elemento valioso de nuestras reuniones. La Biblia nos impulsa a: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” (Gálatas 6:2). No hay nada como asistir para apoyar a los miembros y a los visitantes, recibirlos con una sonrisa, darles aliento cuando lo necesitan, y alegrarse con sus victorias. Esto es parte de la hermandad cristiana, y bendice en gran manera tanto al que da como al que recibe. Nosotros somos Cristianos y Científicos.
A través de los años, mi aprecio por las reuniones de los miércoles ha ido en aumento. Estos son algunos de los beneficios que he visto al aceptar el maravilloso regalo de entresemana.
Equilibrio: Muchos de nosotros tenemos vidas ajetreadas, y el ritmo de vida parece ser más rápido todo el tiempo. Pero ¿no es esto acaso razón suficiente como para hacer espacio por una hora de refrigerio espiritual y claridad? Nos permite adquirir nueva inspiración y soluciones espirituales, las cuales responden a cada necesidad que tengamos. Como nos dice un himno de Margaret Morrison:
Nos das tu protección,
Nos libras del temor,
cesó la lucha y el dolor,
¡aquí estás Tú!
(Himnario, 371, letra en inglés y su traducción © CSBD)
- Fortaleza: Han habido miércoles cuando me he arrastrado a la iglesia, sintiéndome exhausta después de un largo día de enfrentar un problema tras otro, sólo para salir al final de la reunión completamente renovada. Y no lo digo teóricamente; me refiero a que todo el cansancio había desaparecido, y me sentí fortalecida. Esto me ha demostrado que la solución para la fatiga es recurrir al Espíritu, Dios, para encontrar nuestra fortaleza. La Iglesia ayuda a romper el sueño de vida en la materia, y nos despierta para ver el cumplimiento de esta promesa en Isaías: “Los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Nueva Versión Internacional, 40:31).
- Disciplina:¿Qué pasa si sentimos que tenemos cosas más importantes que hacer que ir a la iglesia el miércoles? Al poner a la iglesia primero, aún cuando no parece conveniente o no estamos con ánimo para ir, hacemos espacio en nuestras vidas para sentarnos a los pies de Cristo Jesús y escuchar su palabra a través de las lecturas de la Biblia y Ciencia y Salud. El compromiso con la iglesia ayuda a traer enfoque y constancia a nuestra práctica de la Ciencia Cristiana, dándonos mayor comprensión espiritual, curación y alegría.
- Crecimiento espiritual: Este crecimiento trae consigo mejor salud, armonía y felicidad. Nos da una comprensión más clara de Dios, que nos bendice de muchas maneras. Nos ayuda a ser más altruistas y a buscar el bien en miembros y visitantes, en nuestra comunidad y en el mundo. Refuerza nuestro conocimiento de que la curación es natural e inevitable para el corazón que busca.
Las reuniones de testimonios de los miércoles son un hermoso regalo para cada uno de nosotros, y podemos aceptar este regalo y aprovecharlo al máximo.
Publicado originalmente en el Christian Science Sentinel del 5 de diciembre de 2016.
IGLESIA. La estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa sobre el Principio divino y procede de él.
Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 583
