Con mi esposa, vivíamos angustiados, temerosos y con mucha ansiedad. Nos agobiaban los problemas de la vida cotidiana. Teníamos cuatro hijos; y dos de ellos estaban casados. Estudiábamos otra religión, pero no comprendíamos la Biblia. Hasta que un día decidimos consultar con mi hermana que estudiaba la Ciencia Cristiana desde hacía tiempo. Le pedimos que nos explicara de qué se trataba la Ciencia Cristiana, porque siempre la veíamos en paz y con tranquilidad, a pesar de tener problemas y vivir como todo el mundo.
Ella nos trajo un libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy. El libro estuvo en la estantería por un tiempo hasta que decidimos leerlo. Cuando empezamos a leerlo nos impactó su lenguaje. El libro dice: “Para aquellos que se apoyan en el infinito sostenedor; el día de hoy está lleno de bendiciones” (pág. vii). Yo pensaba ¿Cómo que el día está lleno de bendiciones? ¿Cómo puede ser eso? Le pedimos a mi hermana que nos explicara más sobre la Ciencia Cristiana y seguimos leyendo el libro.
Ciencia y Salud también dice: “La Ciencia Cristiana trae al cuerpo la luz solar de la Verdad, que vigoriza y purifica. La Ciencia Cristiana obra como un alterante, neutralizando el error con la Verdad” (pág. 162). Para nosotros, esto nos parecía imposible, sin embargo continuamos con el estudio de la Lección-Sermón diaria que aparece en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. También empezamos a asistir a las conferencias de la Ciencia Cristiana, donde se explica esta Ciencia, y empezamos a notar que las bendiciones de las que habla el libro son verdaderas.
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